Ramin Djawadi: Game Of Thrones Intro

Pronto, muy pronto, vuelve la grandísima Game of Thrones. La esperadísima sexta temporada llega rodeada de la máxima expectación pero también envuelta de un enorme secretismo. La productora HBO se está cuidando muy mucho de que no haya filtraciones como las hubo la última vez. Si no recuerdo mal ahora, se filtraron 2 capítulos enteros de la anterior quinta temporada, estando incluso disponibles para su descarga. A pesar de ese cuidado, algunos actores y actrices ya han cometido ciertos patinazos y pueden intuirse algunas cosas del futuro devenir de algunos personajes. Esos spoilers siempre inevitables…Todos tenemos nuestras preguntas e incógnitas. Desde luego, la que más me corroe a mí -como me imagino que a miles de seguidores- hace referencia al destino de…

…Jon Snow o Jon Nieve. Dejamos al pobre tendido en el gélido suelo, cosido a golpes de espada y de puñal. Virtualmente, casi muerto. Así que resultaría muy sorprendente que siguiera entre los vivos tras tan brutal ataque. Claro que de esta serie te lo puedes esperar todo…¿Se convertirá en un muerto viviente o caminante de la noche? ¿Melisandre, la hechicera o sacerdotisa roja, lo resucitará con ese culto suyo al fuego, a R’hllor, el Dios Rojo?

(La hermosa, hermosísima y enigmática Melisandre -la actriz Carice Van Houten- esta mujer es una de mis debilidades)

Pero dejemos debilidades, preguntas y especulaciones. Esta entrada es un pequeño homenaje -y explicación- de una pequeña obra maestra: La intro de la serie, ese opening con los créditos que nos deleita al principio de cada capítulo. Una absoluta maravilla. Muchas han sido las presentaciones con créditos -brillantes- que nos ha dejado la historia, combinando de forma magistral imágenes y música: Doctor en Alaska (Northern Exposure), la mítica Twin Peaks, Dexter, Fringe, Homeland, o más recientemente Vikings, House of Cards, Penny Dreadful…Pero parece que lo de Juego de Tronos está a otro nivel. Podríamos estar hablando de la intro con los créditos más brillante y más hermosa jamás creada. Por lo menos por originalidad y por el trabajo implícito que hay ahí metido, es para quitarse el sombrero.

Ramin Djawadi es el autor de la música. Djawadi es un compositor nacido en 1974 en Alemania pero de raíces iraníes (su padre lo es) y se graduó summa cum laude por la Berklee College of Music en 1998. Llamó la atención muy pronto de Hans Zimmer, otro genio de las bandas sonoras y del que ya he hablado aquí. Zimmer le reclutó para trabajar con él en su empresa. El currículum de Djawadi es extenso y brillante en cuanto a piezas musicales para cine y televisión. Compuso la banda sonora de Iron Man o también las de Blade: Trinity, Pacific Rim o La Isla, y las intros de series tan conocidas como Prison Break, Person of Interest o The Strain. También ha compuesto música para vídeojuegos. Así que estamos hablando de un compositor de gran talento y muy valorado en el mundo del cine y la televisión.

Vamos con esa sublime secuencia con los créditos. Voy a precisar que las informaciones aquí vertidas están extraídas de otras fuentes -pondré links- y que en absoluto se trata de algo nuevo, obviamente. Todo esto fue explicado en el año 2011 en distintos artículos. Puesto que es posible que estos detalles sean desconocidos para algunas personas, intentaré sintetizarlo…

Hablemos primero del creador de esta magistral intro. Se trata de Angus Alexander Wall, un prestigioso editor cinematográfico…

Angus Wall no es un desconocido en el mundo de las series y del cine, todo lo contrario. Como sucediera con el propio Djawadi, goza de enorme prestigio internacional en este caso en el campo de la edición de imágenes, e incluso ha recibido importantes premios. Wall ya había sido responsable de otros títulos de crédito como los de ‘Roma‘ y ‘Carnivàle‘, ambas series también de HBO. En cuanto a los mencionados premios, Wall ha recibido ya dos Oscars por su trabajo en los films The Social Network (como sabrás, sobre la ascensión de Mark Zuckerberg y la creación de Facebook) y The Girl with the Dragon Tattoo…

…y también dos premios Grammy por las propias series Carnivàle y Game of Thrones en el 2004 y el 2011. Además Wall ha colaborado estrechamente en varias de las películas más conocidas del aclamado David Fincher.

Todo empezó cuando Wall, trabajando para la agencia de producción Elastic, recibió una llamada telefónica de Carolyn Strauss, antigua colaboradora en ‘Roma‘ y ‘Carnivàle‘, y en aquel entonces integrada en el equipo de producción de Juego de Tronos (la serie arrancó en los USA en el 2011). En esa conversación se planteó la necesidad de crear y mostrar algún mapa a los espectadores, para que pudieran situarse y saber dónde se encontraban, ya que Juego de Tronos no tiene lugar en la Tierra, en el mundo real que conocemos, sino en un mundo de fantasía sólo existente en esa ‘Canción de Hielo y Fuego‘ de George R. R. Martin.

La idea original procedía de los productores y creadores de la serie Dan Weiss y Dave Benioff que describieron, en el guión del capítulo piloto, la secuencia de títulos con un cuervo que volaba desde Desembarco del Rey hasta Invernalia, y así se hizo. Tras rodar ese capítulo los productores pensaron que debería haber mapas que mostraran dónde se situaba la acción, así que Wall y el equipo de Elastic crearon cinco mapas para orientar al espectador. Pero esas imágenes iban insertadas entre las escenas. Pese a ubicar perfectamente al espectador -cada vez que la acción cambiaba de lugar se insertaba rápidamente un mapa- eso cortaba por completo el ritmo y la idea se desechó, evolucionando más tarde hasta los créditos tal y como los conocemos.

Cuervos, siempre volando…

Se pensó entonces en cúantas localizaciones tendrían que hacer y por tanto, ya centrándose en esa intro con los créditos, cúantas secuencias de título diferentes harían. Para esa primera temporada se realizaron cuatro secuencias, cada una con sutiles diferencias respecto a las otras en las que veríamos en qué sitios se desarrollaría cada episodio.

Todo parecía muy plano y muy sencillo, pero Wall empezó a hacerse preguntas de cómo se verían esos planos: ¿qué hay en el mapa? ¿qué hay más allá? ¿cómo se ilumina? Wall se hizo la reflexión de que si dispusieran de muchísimo dinero y tiempo para realizarlo, y de los mejores dibujantes y artesanos…¿cómo serían esos planos? Tenían claro que querían realizar algo totalmente distinto a lo mostrado en Harry Potter o El Señor de los Anillos. También tenían claro que, pese a disponer de los mejores profesionales y técnicas de edición digital de imágenes, querían que diera la total sensación de mostrar algo físico y real. Por esta razón esos planos y maquetas parecen realizados en materiales como la madera, el cuero, el hierro, la tela…materiales que podrían manejar y trabajar supuestos artesanos de un mundo «medieval»…

(Distintos sellos o blasones de las diferentes casas en los Siete Reinos)

Tal torbellino de ideas empezó a tomar forma poco a poco. Wall y sus colaboradores discutían y así por ejemplo Rob Fengus, director artístico, sugirió que debían fijarse en las máquinas de Leonardo da Vinci para animar la secuencia. Así pues, una vez terminaron de trabajar en el arte conceptual de las diversas ciudades comenzaron a “mecanizar” estas ciudades, comenzando con La Fortaleza Roja de Desembarco del Rey.

La idea final de esa secuencia de créditos con el mapa gigantesco de los Siete Reinos fue avanzando poco a poco hasta la forma que llegó a las televisiones de todo el mundo. Se pensó que ese mapa debería estar inscrito en una especie de esfera o «bol». Se pensó en darle una forma parecida a como veríamos la Tierra a vista de pájaro. Se pensó en esos fondos difuminados, se pensó en la inclinación de la cámara y en que ésta estuviera en constante movimiento para que efectivamente estuviéramos viajando. Wall se preguntó qué sucede cuando colocas dos boles juntos, y de ahí surgió la idea de crear esas esferas que flotan en el aire, con bandas metálicas que se mueven y con los nombres de los reinos inscritos en ellas. Y por lógica, esas esferas estaban iluminadas por dentro con una especie de sol. Surgió así otro de los aciertos de esa intro, los astrolabios…

(Astrolabio: Antiguo instrumento que permite determinar la posición y altura de las estrellas sobre la bóveda celeste. Usado por navegantes, astrónomos y científicos. Astrolabio esférico o esfera armilar: Modelo de la esfera celeste utilizada para mostrar el movimiento aparente de las estrellas alrededor de la Tierra o el Sol)

Otra de las ideas que se le ocurrió a Wall fue que un grupo de monjes locos, imaginarios o invisibles, serían los que activarían todo ese mecanismo de relojería y harían brotar las ciudades de los distintos reinos desde el suelo. Esos monjes estarían en una torre medieval, observando y cuidando todo ese mapa con forma esférica.

Acerca de este mapa o tablero de los Siete Reinos Wall declaró: «Imagine que está en una torre medieval y los monjes están vigilando y que es un mapa vivo, formado como un cuenco que tiene 30 pies de diámetro y que estos monjes vigilan. Serían como los del Libro de Kells… Son los guardianes del mapa». El Libro de Kells es un manuscrito realizado por monjes celtas hacia el año 800 en un pueblo irlandés, y es otra de las ideas que les sirvió de inspiración.

(Bocetos de máquinas creadas por Leonardo de Vinci, uno de los más grandes genios que ha dado la humanidad)

(El Libro de Kells -siglo VIII a.C.- es un manuscrito copia de los 4 evangelios que está considerado una obra maestra de las miniaturas. La complejidad y armonía de sus formas es asombrosa: Nudos, redes, series, cenefas, o enormes letras mayúsculas encabezando o llenando páginas. Algunos diseños alcanzan la complejidad de los fractales y aún no han podido ser reproducidos a mano. Y sin embargo lo realizaron las pacientes manos de los monjes hace trece siglos. Por otras sorprendentes innovaciones, podría considerarse un precedente del moderno diseño gráfico)

Es así como surgió ese diseño atemporal y artesanal, con las ciudades brotando como un inmenso mecanismo, con innumerables ruedas dentadas y artilugios de todo tipo. Como he señalado, Wall y sus colaboradores querían dar la sensación de estar viendo algo físico y real, no un mero producto creado con efectos digitales. Los diseños o sketches originales nacieron como dibujos sobre papel, y de ahí pasaron al ordenador, adquiriendo aspecto tridimensional y mecanizándose. Todos estos aspectos y muchísimos más los explica Angus Wall en una extensísima entrevista en el portal Art of the Title, una web especializada en la creación precisamente de secuencias con créditos. Todo el artículo está en inglés, pero merece la pena pasarse por ahí para ver las espectaculares ilustraciones.

Wall explica también que tanto HBO como el propio George R. R. Martin. quedaron encantados con el resultado. La agencia Elastic está compuesta por unas cien personas, pero para crear esta sensacional cabecera trabajaron entre 20 y 25 personas durante unos 5 o 6 meses, intentando ser fieles en todo momento a los mapas descritos en los libros.

Y ésta es, en esencia, la historia de cómo nació y tomó forma la cabecera que abre cada nueva entrega de Juego de Tronos. Tenemos un interesante artículo en la web de vayatele.com y también una crónica mucho más completa en hojaderouter.com (la sección tecnológica de eldiario.es), y ambas enlazan con la fuente original (la entrevista a Wall en The Art of the Title). Por cierto, fue ese artículo de hojaderouter.com el que me llamó poderosamente la atención -desconocía todo este making of- a mediados del 2015.

Ésta es la intro original para la primera temporada. Fácil de apreciar porque aparece en los créditos el nombre del gran Sean Bean, antes de que la cabeza de Ned Stark acabara ensartada en una pica. Realmente es la versión musical que más me gusta. Me encanta cuando entra la sección de cuerda y ya sigue hasta el final. Es realmente hermoso…

Esta presentación ha ido variando con las temporadas. En las intros se muestran imágenes diferentes de los reinos, y el tema musical se encuentra también en versiones extendidas. Es fácil seguirle el rastro a este tema en YouTube, si uno se pone a ello…

Han pasado ya 5 años, pero éste ha querido ser mi pequeño homenaje a un tema musical bellísimo, el de Ramin Djawadi, y a una intro absolutamente magistral, la de Angus Wall y el equipo de Elastic. Y pensar que me incorporé tarde -muchas veces voy al revés que el mundo- a esta gran serie…Esta pequeña obra maestra da paso cada noche al verdadero espectáculo. Las luchas, los secretos, la muerte, las pasiones, los amores y las traiciones. Nos sumergiremos de nuevo en esos Siete Reinos. Pronto. Muy pronto.