Jeff Buckley: Grace

Hay cosas que uno lee, de las que uno se entera, y que le saben tremendamente mal. Yo nací en 1964. Jeff Buckley nació en 1966. Yo sigo aquí, vivito y coleando, mientras duren la salud, la suerte, el café y los víveres en mi despensa de náufrago urbano, la conexión a internet y mil cosas más…la fiesta. Jeff murió en 1997, sin llegar a cumplir los 31. Se ahogó en el Wolf River -en el estado de Tennessee–, un afluente del río Mississippi, un trágico 29 de mayo.Buckley, que llevaba dos meses viviendo en Memphis, se dirigía en una furgoneta con un amigo llamado Keith Foti hacia el lugar que tenía alquilado para ensayar. Estaban en un impasse de preparar y grabar lo que serían los temas de un segundo álbum, que iba a titularse My Sweetheart the Drunk. El manager del grupo se hallaba de camino al aeropuerto para recoger al resto de miembros de la banda. Al llegar al centro de la ciudad, Jeff le preguntó a Foti si le apetecía acercarse a comprar unas costillas. Después de la negativa de éste, Jeff le propuso ir a bañarse al río, ya que el atardecer era perfecto. Como declararían después, esas decisiones impulsivas formaban parte de su carácter.Ese afluente llamado Wolf River fluye mansamente, tanto que sus aguas parecen las de un lago. Pero en su intersección con el Mississippi las corrientes son muy traicioneras. Jeff conocía un lugar cerca de un puente que conecta con una península llamada Mud Island, donde ya se había bañado antes. Llegaron hasta allí y se metió en el agua totalmente vestido, para asombro de su amigo. Durante unos quince minutos estuvo nadando, y empezó a acercarse a la mencionada Mud Island. Foti estaba observando y tuvo que avisarlo dos veces para que se apartara, porque venían dos embarcaciones con el consiguiente peligro. Jeff lo hizo. Pero cuando Foti dejó su equipo en el suelo -era peluquero en Nueva York pero se iniciaba en la música, llevaba una guitarra acústica y otros pertrechos- y se dio la vuelta, Jeff ya no estaba ahí. Había desaparecido bajo la superficie. Avisados los servicios de emergencia, la búsqueda nocturna fue infructuosa.Su cuerpo no fue encontrado hasta el 4 de junio, avistado por un pasajero de una embarcación fluvial, atrapado en unas ramas en el río Mississippi. La autopsia dio negativo de alcohol y drogas en su sangre. Esos días muchas de sus amistades no se creían que pudiera haber muerto. Quizá había decidido desaparecer, como ya había hecho otras veces. Algunos medios han publicado a posteriori que podría haberse suicidado, basándose en una serie de supuestos indicios. Por ejemplo, que en días previos había llamado a amigos que no veía desde hacía tiempo, como si quisiera despedirse. O en algunos pasajes enigmáticos de sus letras, o en confesar que había empezado a soñar con su propia muerte. O en un comentario que hizo al respecto de que había superado la edad de su padre biológico cuando éste murió a los 28 años de una sobredosis de drogas. Tim Buckley también había sido cantante y compositor, y sacó una serie de álbumes de folk y jazz a finales de los 60 y principios de los 70, alabados por la crítica. Todo ello son indicios inquietantes de un posible suicidio, extremo que desde luego ni me apetece ni me corresponde evaluar (su entorno familiar desmintió estas teorías). Su ahogamiento mortal ya es algo bastante trágico y triste.Y ahora podríamos especular y divagar acerca de lo señalado tantas y tantas veces: Que cuando alguien muere entonces resulta que poseía un gran talento o era una bellísima persona, o tan bueno en lo que hacía que post mortem le llueven los elogios. Las contradicciones e ironías de la condición y el carácter humano. Pero parece que Jeff Buckley, como tantos otros antes, realmente sí que era muy bueno, y dejó unas cuantas muestras, sintetizadas en un primer y único álbum…El ábum Grace salió al mercado en agosto de 1994. Pese a recibir excelentes críticas, las ventas no acompañaron demasiado. Pero al cabo de dos años fue disco de oro en Francia y Australia, y en el 2002 en los USA. Contiene entre muchos buenos temas 3 versiones de temas ajenos. Una de ellas es del tema «Lilac Wine» de Nina Simone, y otro es ni más ni menos que el «Hallelujah» de Leonard Cohen. Lo que decíamos de los elogios póstumos: Esta versión ha sido calificada entre las mejores hechas del tema del canadiense, y por ejemplo la revista Rolling Stone la incluye en la lista de «The 500 Greatest Songs of All Time». Pero…¿cómo lo diría? El hecho de que muriera no es suficiente elemento para relativizar o dudar de que efectivamente sea una grandísima versión.Pero antes de llegar a ese álbum de debut, Jeff pasó por un proceso de aprendizaje, un ajetreado período de actividad, grabaciones, colaboraciones con otros músicos y actuaciones en directo. En sus inicios pasó una década como guitarrista de sesión en Los Angeles y también cantando versiones de temas ajenos en una serie de locales, pero centrándose cada vez más en su propio repertorio. Al final conseguiría un contrato con el sello Columbia, reclutaría a una banda y grabaría el álbum Grace.

Cohen y Buckley, conectados y tocados por el genio

Ahí va otro piropo artístico para el desaparecido Jeff: De nuevo la revista Rolling Stone le incluye en el puesto 39 de los mejores cantantes de todos los tiempos. Después de la publicación del disco empleó dos años de giras por los Estados Unidos, Europa, Japón y Australia. En 1996 paró e inició una serie de gestiones para empezar la grabación de ese citado segundo disco, un trabajo que había de producir un guitarrista tan talentoso como Tom Verlaine -oh sí, algún día hablaré de él-.Como muchas veces he señalado aquí, no vamos a desplegar un repaso con pelos y señales de toda su carrera, actuaciones, contactos y actividad musical en general. Y como tantas veces hemos explicado aquí, éste es un nuevo ejemplo de un niño que ya crece envuelto por un entorno familiar volcado en la música: Su madre era pianista y chelista de música clásica. Su padre, el ya mencionado songwriter Tim Buckley. Y su padrastro le introdujo desde bien pequeño en la música de Led Zeppelin, Queen, Jimi Hendrix, los Who o Pink Floyd. A los 5 años empieza a tocar la guitarra. A los 12 años decide que quiere ser músico. Historias así -la verdad- no hacen más que provocarme admiración y emoción.Aparte de esas mencionadas influencias musicales, y del hecho que tocara versiones de muchísimos artistas en un amplio rango de estilos, también manifestó gran interés en el rock progresivo de bandas como Rush, Genesis o Yes, además del jazz fusion de por ejemplo Al Di Meola. Incluso una gran atracción por lo que se conoce como música Qawwali, que es música sufí de carácter espiritual procedente de India y Pakistán, y por uno de sus exponentes, Nusrat Fateh Ali Khan. E influencias de Bob Dylan, Billie Holiday, los mencionados Nina Simone y Leonard Cohen o bandas como The Smiths. Un amplísimo crisol musical.

Como curiosidad, hay que decir que se han realizado algunas películas sobre su vida y obra. Una de las más notables es la titulada Greetings from Tim Buckley, del año 2012, que en realidad se centra en la figura de su padre y en el debut de Jeff, presentada en el Festival de Toronto y donde el actor Penn Badgley encarna a Jeff. Pocas relaciones reales podrán establecerse -si acaso cinematográficas- pues el propio Jeff manifestó que solo vio una vez a su padre, cuando tenía 8 años.Tenemos también varios documentales, como uno francés titulado Jeff Buckley: Fall in Light del año 1999, otro holandés y otro producido por la BBC. Pero el proyecto más sonado y eternamente postergado es la película aún por realizar y que habría de titularse Mystery White Boy, que sería el biopic oficial. Contaría con la aprobación y también la producción de la propia madre de Jeff, Mary Guibert. La madre, ahora con 67 años, asegura que la mencionada Greetings from Tim Buckley está llena de mentiras, inexactitudes y estupideces. Sobre ésta se especuló durante un tiempo que el actor que encarnaría a Jeff sería James Franco, pero acabó siendo Badgley…

Jeff Buckley y James Franco. El parecido es brutal

Sin embargo, en esta proyectada Mystery White Boy parece que el llamado a encarnar a Jeff será el actor -que también es músico- Reeve Carney, al que conocemos por su papel de Dorian Gray en la serie Penny Dreadful…

Reeve Carney y Jeff Buckley, parecido también notable

Y como ocurre con tantos músicos desaparecidos, material discográfico inédito ha sido publicado con el correr del tiempo -bastante material, de hecho-. Aparte de un directo titulado Live at Sin-é EP, la casualidad quiere que Mystery White Boy también sea un álbum en vivo publicado en el 2000 y donde se recogen temas en directo que conformaron esa gira de promoción de Grace.

Un graffiti hecho en Rusia, año 2015

Así que finalizaré con un -de mi cosecha- «Hasta siempre, Jeff», pero ahí van algunas reflexiones hechas por famosos en torno a la figura y legado de Jeff Buckley…

Jimmy Page declaró que el disco Grace era para él casi su «favorite album of the decade».

Bob Dylan dijo de Buckley que era «one of the great songwriters of this decade».

David Bowie señaló en una entrevista que ese disco era «the one album I would take with me to a desert island».

Brad Pitt se refirió al cantante y su música de esta manera:

«There’s an undercurrent to his music, there’s something you can’t pinpoint. Like the best of films, or the best of art, there’s something going on underneath, and there’s a truth there. And I find his stuff absolutely haunting. It just… it’s under my skin.»

(«Hay un trasfondo en su música, hay algo que uno no puede precisar. Como lo mejor de las películas, o lo mejor del arte, hay algo que discurre por debajo, hay una verdad ahí. Y encuentro su material absolutamente cautivador. Es como que…corre por debajo de mi piel.»)

Y parece mentira, pero casi se me olvida mencionarlo más explícitamente: A Buckley no solamente se le alaba por su enorme talento musical, sino por poseer una gran voz que ha ejercido su influencia a posteriori. Aquí tenemos el tema que da título al disco. Ni hace falta decirlo, me ha atrapado totalmente. Ese guitarreo con el que se abre el tema me suena absolutamente a Supertramp…Pero Supertramp mezclado con Genesis y con toda esa influencia del rock progresivo y de los grandes clásicos del rock mencionados. Creo que es un tema complejo melódicamente hablando. Desde luego Brad Pitt tiene mucha razón, ya que es difícil «pinpoint the stuff». Grande, muy grande.