Mink DeVille: Love & Emotion / Maybe Tomorrow

Hoy es un día feliz para mí, especialmente feliz, desde el punto de vista del blog. ¿Y por qué? Porque por fin, y después de muchos meses, aparece por aquí uno de mis artistas y grupos fetiche, de mi absoluta preferencia, pese a que seguramente no sea una formación demasiado conocida. El señor Willy DeVille fue el alma y creador de Mink DeVille…La banda Mink DeVille estuvo activa entre los años 1974 y 1986, publicando 6 álbumes entre el 77 y el 85. Exceptuando a su frontman Willy DeVille, los miembros originales de la banda solo participaron en los dos primeros trabajos (Cabretta y Return to Magenta). La formación se creó en 1974 en San Francisco, cuando Willy (que entonces se llamaba Billy Borsay) conoció al batería Thomas R. «Manfred» Allen, Jr. y al bajista Rubén Sigüenza. Después de pasar por una banda primigenia deciden cambiarse el nombre a Mink DeVille, a la vez que Borsay adoptaba su nombre artístico.

En cuanto a la adopción de ese nombre, circulan varias versiones, todas curiosas e interesantes. Mink en inglés significa «visón», aunque recuerdo hace muchos años haber leído «armiño». No es correcto, pues ambos son animales diferentes (pertenecientes a la familia Mustelidae o mustélidos). Parte de la explicación se debe a que algunos coches, como los Cadillac, tienen partes como la carrocería, el suelo o el tablero forrados con la piel de ese animal –«fur-lined Cadillac»-.

El Cadillac del músico Isaac Hayes

Diversos ejemplos de recubrimientos interiores, en piel o pieles

La Wikipedia nos da cuenta de esas distintas versiones. Así por ejemplo nos dice:

«We were sitting around talking of names, and some of them were really rude, and I was saying, guys we can’t do that. Then one of the guys said how about Mink DeVille? There can’t be anything cooler than a fur-lined Cadillac, can there?» DeVille also remarked about the name, «What could be more pimp -llamativo- than a mink Cadillac? In an impressionistic sort of way.»

Otra versión sugiere que la causa fue que uno de los miembros, Fast Floyd, tenía parte del tablero -roto- de su Cadillac cubierto con una piel de visón que había pegado encima. Mientras que por ejemplo la revista Creem explicaba que fue la entonces esposa de Willy, Toots Deville, la que sugirió ese nombre buscando un apelativo con gancho.

Toots Deville y Willy

Desde el 75 hasta el 77, Mink DeVille fue una de las bandas titulares de un local llamado CBGB, un nightclub neoyorquino donde surgió el punk rock a mediados de los 70. Bandas tan emblemáticas como Ramones, Television, Patti Smith Group, Blondie o Talking Heads tocaban allí en aquellos tiempos. Todo ello derivaría después hacia lo que se conoció como la new wave.Mink DeVille a través de su alma mater Willy DeVille, aunque puedan ser bastante desconocidos para el gran público en España, fue una formación importante, con peso, influencia y prestigio dentro del panorama rock. La simple mención de ese contexto musical e histórico, y de esos grandes nombres de la escena neoyorquina ya deberían ser suficientes para hacer justicia a su carrera y figura. No alcanzaron una fama abrumadora de formación de primera línea, no fueron unos superventas jamás, pero Willy gozó de cierta popularidad, tanto al frente de la banda como cuando en el tramo final de su carrera -de 35 años- ya andaba en solitario. Algunos de esos 6 álbumes de la primera etapa son auténticas joyas del rock. Willy colaboró y grabó con nombres tan importantes como Jack Nitzsche, Doc Pomus, Dr. John o Mark Knopfler… El propio Knopfler ha reconocido la influencia de DeVille en su música…Por supuesto la formación Mink DeVille bebió del rock y del punk rock, además de darles expresión, pero también destilaba en su música una nada desdeñable amalgama de estilos e influencias: blues, soul, rhythm and blues, ritmos latinos, Cajun, doo-wop, influencias de la cultura francesa y el cabaret, el pop romántico, el Zydeco de Louisiana o la música de Nueva Orleans. La voz de Willy era muy personal, con un tono nasal y una cierta ronquedad y profundidad que la hacían muy interesante e ideal para atacar el rock o la música negra.

Un cazatalentos de Capitol Records, llamado Ben Edmonds, les ficharía tras verles actuar en el CBGB, y tras darse cuenta del potencial de la banda. Quedó prendado de ellos. El propio Willy relató ese encuentro con Edmonds:

«There was the Ramones, Patti Smith, Television, the Talking Heads, and us. We were the five big draws. And then one night this blond-headed guy came in to CBGB, Ben Edmonds. He was the guy who was responsible for being the visionary who saw that we were different than they were and that we could probably have a career playing music. So we went into this cheap little studio and did four songs, which Edmonds gave to Jack Nitzsche. I didn’t even know who Nitzsche was. Nitzsche did all the Phil Spector stuff that we grew up with and loved. We just fell in love with each other. We were buddies to the end. He was like my crazy uncle. I called him my mentor and my tormentor.»

Efectivamente, Jack Nitzsche, junto con Steve Douglas, eran aprendices de Phil Spector y de la famosa técnica de grabación conocida como Wall of Sound. Nitzsche produjo el álbum de debut de nuestra banda, Cabretta, y entre ambos producirían los cuatro primeros trabajos del grupo. La influencia francesa se dejaría ver y oír en un trabajo tan impresionante como Le Chat Bleu -tercer álbum-, que se vendió muy bien y fue muy apreciado en Europa y también se vendió -¡de importación!- en los EE. UU. (hay que decir que Willy y su banda se habían instalado por un tiempo en París, donde se grabó). Y la influencia de la cultura francesa también quedaría patente como mínimo en el título de su cuarto trabajo…

A mi juicio, una preciosa portada, cargada de clase y muy plástica, donde Willy dejaba claro que era todo un dandy del rock

Coup de Grâce quizá sea su álbum más conocido y exitoso. Una excelente colección de grandes canciones, donde se aúna rock con enorme gancho y comercialidad potencial, con verdadero talento y una factura impecable en todos los aspectos. Su músculo rockero es tal, que Willy y su formación no pudieron evitar la eterna e inevitable comparación con el omnipresente Bruce Springsteen, ya que este disco se acercaba mucho al Jersey Shore sound -nombrado aquí últimamente- practicado por el propio Boss y su banda y otros como Southside Johnny. La última parte de esta entrada tiene que tomar un cariz más personal. ¿Por qué estoy escribiendo sobre Mink DeVille y sobre este señor al que considero tan carismático y cargado de talento? Pues por eso mismo: porque le considero uno de los grandes nombres del rock de estas últimas décadas, injustamente infravalorado…

«Mr. DeVille’s career never quite took off -despegó del todo-, despite the impressive breadth -amplitud- and depth of his talent. (…) He has the songs, he has the voice, and he has the band.»

…escribía el crítico Robert Palmer en 1981. ¿Estamos ante un loser del rock? ¿Un artista algo maldito? Escribo porque su música ha significado algo importante en mi vida, porque me atrapó enseguida, porque me encanta y porque tengo varios vinilos de esta formación.

Vi a Willy DeVille en concierto en Barcelona, concretamente en el Sot del Migdia el 24 de septiembre de 1988. El Sot del Migdia estaba y continúa estando ubicado en la montaña de Montjuïc, cerca del Palau Sant Jordi y el Estadi Olímpic. Durante un tiempo fue concebido como un rockódromo para la ciudad, aunque la idea no cuajó y acabó abandonándose. Estamos hablando de las Festes de la Mercè, la patrona de Barcelona. Durante muchos años los conciertos de la Mercè fueron totalmente gratuitos y congregaron a nombres de bastante prestigio, tanto nacionales como internacionales. Al principio los conciertos se celebraban en la Recta de l’Estadi. Veamos simplemente una muestra de algunos grupos que pasaron por allí: The Alarm, Level 42, Wilson Pickett, Dave Edmunds, The Long Ryders, Los Ilegales, Killing Joke, El Último de la Fila, The Bluebells, The Explorers, Flamin’ Groovies, Graham Parker, 091, Fleshtones, Dave Taylor, Kingsnakes o Kid Creole & The Coconuts. Después el evento se trasladó al mencionado Sot del Migdia: Willie DeVille y Herman Broode, The Blues Brothers, Stray Cats, Psychedelic Furs o Katrina & The Waves.

Recuerdo perfectamente, creo que en el primero de los espacios, haber visto nombres de primer nivel como por ejemplo Los Lobos y juraría que por ejemplo a Loquillo. En cuanto a la actuación de Willy, no recuerdo nada en concreto, excepto que fue un excelente concierto (el publico, la verdad, quedaba algo alejado del escenario).Estas fotografías pertenecen a ese concierto, y están incluidas, junto a otras, en este artículo, donde se rememoran aquellos días y se nos explica por ejemplo que Mink DeVille actuaron en un mítico y sublime concierto en la sala Studio 54, en 1985.

Y ya que menciono a José María Sanz, hay que decir que el incombustible rockero catalán manifestó repetidas veces la admiración que sentía por esta banda y por Willy, hablando de la influencia que ejerció en su propia música. Recuerdo haber leído no pocas reflexiones y elogios de Loquillo hacia Mink DeVille en revistas como Rockdelux. Incluso en internet, pese a ser un medio mucho más moderno, se recogen los ecos de aquellos tiempos…

«Adiós, Willy DeVille»

Es más, podemos decir que Loquillo escribió el prólogo del libro «Willy de Ville: el hombre a quien Rosita robó el televisor», escrito por Carlos Zanón en el 2003. El rockero y el escritor cultivan una amistad donde el peso del rock and roll en sus vidas es uno de los puntos clave.

«En los tiempos que corren Willy DeVille es de una especie en extinción; la del intérprete de rock’n’roll (si entendemos como tal tanto a Billie Holiday o a Edith Piaff como a Ben E. King). Alguien que se supo diferente y quiso y pudo construirse un mundo a su antojo, a base de música pasional, directa y callejera. Desde la efervescencia de la new wave y el punk del Nueva York de los últimos setenta, con un jukebox en la garganta y una actitud que revelaba la auténtica aristocracia -la del asfalto- hasta el descubrimiento de qué había en el sótano de Nueva Orleans: cielo e infierno pero nunca limbo. Paseos por tu vecindario con música saliendo de todas las ventanas abiertas: salsa, blues, rock, soul… Un guante en la voz, una iglesia vacía en el corazón. ¡El Rey Pachuco pide paso!»

(Reseña de la editorial)

-¿De dónde viene su relación?

-Loquillo: Nos conocimos cuando Carlos me llamó y me preguntó si quería hacer el prólogo de un libro sobre Willy DeVille. Nuestro amor empezó allí. Con un prólogo de Willy DeVille, que es algo muy romántico.

(Loquillo sobre su amistad con Zanón en elPeriódico)

Willy DeVille murió de cáncer de páncreas el 6 de agosto del 2009, con 58 años. Recuerdo la tristeza que sentí cuando supe de su muerte. DeVille siempre me dio la impresión de tener una salud algo frágil -estaba bastante delgado- y se le conocían adicciones a la heroína, las drogas o el alcohol. No tuvo una vida fácil, problemas contractuales con las discográficas y algunos asuntos del corazón…

«Su música era una mezcla de rock, ritmos latinos, blues, doo-wop, cajún, créole, mariachi y country, mientras que sus letras están llenas de romanticismo. En 1974 fundó en San Francisco la banda Mink DeVille, que le dio fama mundial. Su álbum debut, Cabretta, fue muy bien recibido por la escena musical en 1977. 
La revista de rock Rolling Stone eligió el disco mejor álbum del año. DeVille convenció a los miembros de la banda para que se mudaran a Nueva York y se convirtieran en el grupo estable del club punk CBGB. En 1977 se hicieron famosos con su hit Spanish Stroll y hasta mediados de los 80 editaron una serie de álbumes de éxito. (…) «La música es mi vida. Es lo único que sé hacer», dijo alguna vez. Luego Willy se hizo solista y se trasladó a Nueva Orleans. Ha tocado entre otros con Van Morrison, Bruce Springsteen, Southside Johnny, Brenda Lee, Tom Waits y Los Lobos. 
Su vida privada no fue fácil: dos de sus parejas murieron, y luchó durante años contra su adicción a la heroína y el alcohol.»

…nos cuenta por ejemplo un artículo en La Vanguardia.

«Compositor y vocalista, Willy era un jukebox humano poseedor de una garganta que tanto podía ser guante como estilete. Maullaba, escupía, amenazaba, se rompía y vacilaba, a ritmo de Cadillac, roto de melancolía o perdiendo el tiempo, fumando, en una esquina, siguiendo con la mirada a la Venus de la Calle C. Sus tres primeros álbumes con Mink DeVille –Cabretta, Return to Magenta y Le Chat Bleu– son un edificio perfecto entre callejones de Nueva York. Tienen aquellas canciones talento y orfebrería pero también una inusual capacidad de evocación cinematográfica. (…) 

La carrera de Willy quedó lastrada desde un principio por sus propios demonios. Bancarrotas, drogadicción, ambición y derrota ante la industria. Aunque tuvo victorias sonadas como el éxito de Le Chat Bleu. Fue un disco grabado en París, con todo el adelanto de la discográfica gastado en heroína que ésta se negó a editar acabando siendo el mejor disco del año… distribuido desde Francia.

Sus siguientes discos, con las señas Mink DeVille o ya solo con su nombre, siguen teniendo aquí y allá buenos temas, soberbias versiones, pero el sacarlo de las calles y la noche para desintoxicarlo, mataron al compositor que firmó sus mejores temas en 1987 o, siendo generosos, en 1992…»

(De El País)

«Willy tenía buen corazón» nos cuenta a su vez Diego A. Manrique en un interesante retrato del músico:

«Willy DeVille ya murió y esto se puede contar. Hace 15 años, presentaba un disco en Nueva Orleans, ante una nutrida tropa de periodistas europeos. La ciudad lucía embriagadora: libertina vida nocturna, músicos legendarios tocando aquí y allá, fabulosa comida; una recua de buscavidas ofrecían placeres ilegales en cada esquina.

Un colega holandés decidió conseguir estimulantes, «para el fin de semana». Se lo comentó a Willy, que se horrorizó: «¿Comprar en la calle? ¡Esto no es Ámsterdam! ¿No sabes lo que le ocurrió a la nieta de Tyrone Power?». Detalló lo que se contaba en el Barrio Francés sobre la mala cabeza de la hija de Albano y Romina Power, desaparecida meses antes. Pero Willy quería ser buen anfitrión: «Si insistes, yo me ocupo de pillártelo. Con discreción: que no lo sepa mi mujer». (…)

Seguí cruzándome con Willy: olvidado por la industria musical estadounidense, su mercado principal era la Europa continental. Coincidimos en 2007 en un festival malagueño, donde ejercía de telonero de Elvis Costello & Allen Toussaint. La vida no le sonreía. Lisa falleció, se había vuelto a casar pero allí estaba solo. Sufría secuelas de un accidente de automóvil y ¡habían perdido la maleta con sus analgésicos! Renegaba de Iberia, de su oficio, del mundo entero. Pude entender entonces que las discográficas yanquis rechazaran ficharle: el gran corsario se comportaba como un niño chico, estrella de un melodrama particular de serie B.» 

Y hasta aquí mi sincero y sentido homenaje al rockero y a esa gran formación, este repaso superficial a su personalidad y figura -sin haber entrado al detalle en sus discos y grandes canciones-. Es justo devolverle al intérprete de Demasiado Corazón una parte de lo que nos dio.

Coup de Grâce salió en 1981. Un gran disco, producido como hemos dicho por Jack Nitzsche y el propio DeVille. Un álbum con canciones inmediatas, pegadizas, con un sonido y un estilo muy springsteenianos, facturando un rock que para mi gusto nada tiene que envidiar al del de New Jersey. Nómina de grandes músicos, como por ejemplo Ricky Borgia a la guitarra, Louis Cortelezzi al saxo o Kenny Margolis al piano y acordeón.

Love & Emotion es toda una muestra de orfebrería musical. Otra de las muchas canciones destacadísimas de mi vida. Arranque con ese magnífico riff de saxo, preciosa «escalera» hecha con el piano, los toques de la sección de viento o del acordeón ribeteando las frases o el estribillo. En mi opinión, un temazo irresistible… Oigámosla en estudio, extraída de un recopilatorio…

Una de las muchas interpretaciones en directo…

Maybe Tomorrow, otro tema absolutamente springsteeniano…

En directo…