Slowdive: Sugar for the Pill

¿Quiénes son Slowdive? Ésta es la corta discografía de esta banda británica…

• Just for a Day (1991)
• Souvlaki (1993)
• Pygmalion (1995)
• Slowdive (2017)

Ese cuarto y último LP ha supuesto la vuelta de esta formación después de ni más ni menos que 22 años sin sacar disco. Y ese cuarto y homónimo Slowdive aparece en muchísimas listas con lo mejor del 2017, incluso en algunas de ellas en lugar destacadísimo -el segundo puesto, por ejemplo, o entre los 5 mejores discos-.

La publicación Pitchfork hace una reseña de este disco y le otorga un 8.6, hablando de ellos como «leyendas del shoegaze». ¿Y qué es el shoegaze, para aquellos que no lo sepan? Ya se ha dado alguna definición o algunas pistas en este blog sobre este estilo musical. A grosso modo dibujé el concepto en una entrada a propósito de los suecos The Radio Dept. Decía por aquel entonces:

«Literalmente (significa) “contemplarse los zapatos”, la expresión viene del gran uso que hacen de los pedales de pie los componentes de grupos así. Es un estilo donde se desdibujan mucho las fronteras entre los diferentes elementos de los temas, tales como instrumentos y voces, hasta el punto de que se concibe a la voz como un instrumento más. Se hace gran uso de la distorsión -guitarras, principalmente- y de otros efectos sonoros como el feedback, y todo ello en buena medida usando los pedales de efectos. Capas y capas de sonido en una especie de ola sonora donde no se distinguen los instrumentos. Este tipo de músicos están constantemente con la cabeza baja mirando hacia sus pies. Probablemente el grupo más emblemático e influyente sea My Bloody Valentine, que han publicado algunas obras clave en este género.»

La Wikipedia también nos ilustra al respecto:

«El shoegazing (también conocido como shoegaze) es un estilo de música alternativa surgido a finales de los años ochenta en el Reino Unido. Permaneció hasta mediados de los años 90. (…) Bautizado así por la prensa gracias a la costumbre que tenían los integrantes de las bandas de tocar mirando hacia el suelo sin tener contacto visual con su público. (…) Pero no solo este movimiento «corporal» fue lo que identificó su esplendor musical y sus canciones. Las guitarras con retroalimentación, ruidosas y a la vez melódicas, plagadas de pedales de efectos como el flanger, reverb o chorus, los ambientes espaciales que creaban y sus letras, entre sombrías y melancólicas —la mayor parte del tiempo susurradas—, eran los medios identificativos de los grupos. (…) Las características de este género se presentan muchas veces combinadas con otros como el dream pop, el cual busca los mismos climas, pero utilizando más bien ecos en sus guitarras y no tanto distorsiones, y el post rock, que suele tomar prestado del shoegaze la experimentación con las distorsiones de las guitarras.»

Finalmente podemos tomar parte de las explicaciones que nos da la web culturacolectiva.com:

«Sus precursores habían comenzado a hacer música experimentado con las capacidades sonoras de la guitarra eléctrica y sus pedales. Entre estos estaban los ruidosos y distorsionados pero siempre melódicos The Jesus & Mary Chain, la música etérea y angelical que producían las guitarras de Robin Guthrie en Cocteau Twins… El estilo de la música con guitarras llenas de efectos de pedales hacía que sus músicos parecieran estar mirando al zapato durante sus conciertos, esta característica bautizó a un género que nos regalaría grandes álbumes. (…) Fue en Dublín en 1983 cuando se formó la primera banda de shoegaze, My Bloody Valentine, que empezó como una banda de punk y después expandió su sonido hacia influencias más experimentales, tomando la ola de música ochentera que buscaba llevar lo más lejos posible las cualidades sonoras de la guitarra y sus efectos. (…) Ese mismo año se formaba en Oxford otra de las bandas principales del género: Ride; un año después la banda londinense Lush publicaba su mini álbum «Scar», con un sonido extremadamente influenciado por MBV, y también en esa época se estaba formando Slowdive.»

El dream pop es otra etiqueta estilística aplicable a los Slowdive, aunque estos estilos suelen muchas veces confundirse o las fronteras que los separan se diluyen. O, simplemente y como es el caso de esta banda, hay formaciones que practican ambos, debido a sus semejanzas. Definiciones básicas:

«De la familia del rock alternativo o ‘indie rock’ desciende el género denominado Dream pop caracterizado por complementar sus guitarras con pedales de efecto eco, por sus sonidos suaves sin maquillar y melodías oscuras pero que crean un sonido ensoñador.»

(De lalineadefuego.es)

«El Dream pop es un género musical descendiente del wave etéreo y rock alternativo, pero con un estilo más suave, atmosférico y ensoñador. Se caracteriza por guitarras que utilizan pedales de efectos con eco, en especial el delay y el chorus (este es el caso de los que siguen el estilo Cocteau Twins), o también sin efectos pero con sonidos suaves casi carentes de distorsiones o ruidos abrasivos y con un ambiente melancólico y triste (…) y por último el uso de guitarras y guitarras acústicas con acordes transmitiendo un sonido ensoñador, triste o de baladas con un ritmo lento…»

(De antotv.jimdo.com)

Hay muchos y variados grupos de dream pop que hacen excelentes canciones, y pronto hablaremos de uno de ellos. Otra formación a la que hace mucho tiempo que le debo una entrada es el dúo de Baltimore Beach House. En cuanto a Slowdive, la banda nace en la localidad británica de Reading en 1989, conformándose como quinteto. Los pesos pesados de la banda parecen ser Rachel Goswell -voces y guitarras- y Neil Halstead -composición, voces y guitarras-. Hubo algunos cambios en la formación a lo largo de los años, y el abandono de los otros tres miembros originales, hasta reagruparse en el 2014.

Como hemos dicho al principio, la crítica ha acogido muy positivamente este anhelado regreso de la banda, aclamando este último trabajo. Así por ejemplo Consequence of Sound dice del disco:

«Slowdive delivers nearly everything their fans desire in a return: familiarity, innovation, and vast atmospheres to get lost in.»

Slowdive en sus inicios

La banda en la actualidad

En cuanto a las críticas redactadas por los medios en español, podemos rescatar brevemente algunos apuntes:

«La reunión de Slowdive era distinta a la de otros dinosaurios de la música de hace décadas. Ellos, al fin y al cabo, con el manejo de ese shoegazing y dream pop que gobiernan con mano de hierro, podrían sacar un nuevo disco sin que la sensación de olor a rancio o a sonido ya pasado de moda tuviese que estar presente.

Slowdive es un disco que puede mirar a sus antecesores con dignidad, a la cara, sin complejo alguno de inferioridad. Y eso, teniendo en cuenta la magnitud de los discos de los que hablamos, dice mucho de la capacidad que han encontrado para emocionar.»

(En Hipersónica)

«¿Pero qué es “Slowdive”? Su sonido, producido por Chris Coady (Beach House, y otras tantas bandas influenciadas por ellos) se encuentra entre sus dos primeros discos, aunque es especialmente refinado y limpio. (…) “Slowdive” es así un disco de dream pop y shoegazing con una producción exquisita y algún que otro altibajo, pero que funciona inesperadamente bien. Sin duda la apertura, ‘Slomo’ es uno de los mejores temas. (…) La madurez con la que Slowdive abordan su cuarto disco de estudio se ve reflejada sobre todo a través de la sobriedad y la pulcritud de algunos de los cortes. Los ejemplos más claros son ‘Sugar For The Pill’ y ‘No Longer Making Time’.»

(En Binaural)

«La banda liderada por Rachel Goswell, Neil Halstead y Nick Chaplin trae su cuarto álbum de estudio en el que aúnan los elementos dream pop y shoegaze que convirtieron a “Souvlaki” (1993, Creation Records) en uno de los principales pilares de dichos géneros.

“Slowdive” (2017, Dead Oceans) opta por centrarse en la progresión que ambos estilos han experimentado con el transcurso de los años para, con apenas ocho canciones, convertirse en uno de los mejores largos del año manteniendo la esencia del grupo…

El segundo single que se lanzó supone el mejor de la primera parte del elepé. “Sugar For The Pill” vuelve a los orígenes del grupo y certifica los motivos por los que Slowdive son una banda tan considerada. Con la voz de Halstead como protagonista absoluta, el tema invita al oyente a inmiscuirse en un hechizante efecto mecedor que durante más de cuatro minutos sirve de evasión.

Concluyendo con…

«Slowdive es un gran disco en el que la banda británica disipa cualquier duda que podía surgir tras el anuncio de su lanzamiento. Con temas como “Slomo”, “Sugar For The Pill” o “No Longer Making Time” queda claro que, aunque el largo periodo de silencio mermó una carrera en permanente crecimiento, Slowdive anhelan una segunda oportunidad…»

“Slowdive”: el shoegaze que mira más allá de sus zapatos.

(En El Quinto Beatle)

Por todo lo dicho queda más que claro que el sonido y hasta el más mínimo detalle están muy cuidados; la producción es impecable y pulcra. Que nadie «se asuste», porque por lo menos en este tema no hay ni rastro de esas distorsiones primigenias del shoegazing. Sugar for the Pill es un tema magníficamente construido, de eminente factura pop, con una cadencia hipnótica y que crece instrumentalmente hasta un final magnífico.