Lluís Llach: Com un Arbre Nu

No me va a ser nada fácil ni cómodo -en el actual contexto- hablar de Lluís Llach. Ni tampoco -lo confieso- puedo ser absolutamente imparcial, pero sí intentaré ser justo y ecuánime. Es un reto para mí escribir sobre el cantautor catalán, un reto que se me antoja espinoso, pero ante la enorme dificultad de escalar y vencer ese muro, sé que debo «superar el reto» cueste lo que cueste…

(1) El pasado y su figura

1-o-_referendum_1_de_octubre-lluis_llach-canciones-conciertos_musica-francisco_franco-musica_250734943_48671859_1706x1280

Lluís Llach en un concierto en 1976, en el Palau dels Esports de Barcelona

lluis-llach-verges-comiat-1713-copy-efe

Llach en el concierto que le sirvió para despedirse públicamente, por lo menos de sus conciertos acompañado de músicos, en la localidad de Verges en el 2007

Lluís Llach nunca ha escondido sus ideas políticas y su posicionamiento en muchas cuestiones: independentista, republicano, antimonárquico, muy crítico con el Estado español y el gobierno central, antifranquista, luchador, resistente y exiliado temporal ante la pasada dictadura, muy crítico también con las políticas de derechas y con los llamados cuerpos de seguridad y estamentos que han de echar mano de la fuerza -y la represión- a veces (ejército, policía…), activista social y cultural, defensor por supuesto de la cultura, canción, identidad y lengua catalanas… Ahí es nada, y esto son solo unas pinceladas que intentan esbozar sus rasgos ideológicos y sociopolíticos más remarcables…

Y encima, para acabar de liarla parda y complicarme aún más esta entrada, para hacer las cosas más complejas todavía, se metió a político, como todo el mundo sabe…

«En julio de 2015 se sumó al proyecto soberanista de Junts pel Sí (JxSí), coalición creada para participar en las elecciones al Parlamento de Cataluña del 27 de septiembre con el objetivo de contribuir al proceso de declaración de independencia, y participó en las elecciones liderando la lista de la formación por la circunscripción de Gerona. Desde el 26 de octubre de 2015 al 27 de octubre de 2017 fue diputado en el Parlamento de Cataluña.»

(Wikipedia dixit)

lluis-llach-verges-2007

Bastarán un par de ejemplos para darnos cuenta de lo enfant terrible -política e ideológicamente- que siempre ha sido nuestro protagonista de hoy. Siempre hablando de forma crítica y clara, nunca callándose ante los que ostentan el poder…

«Ponía el punto final con todas sus facultades, en el punto álgido de su carrera artística, en un concierto de unas tres horas precedido por una contundente pitada por la entrada del presidente José Montilla. Llach fue contundente con los comentarios ideológicos y políticos que hacía entre canción y canción. Ante casi todo el gobierno de Cataluña, criticó la actitud mediocre de los políticos con el estatuto y dijo que hacía veinte años que la izquierda social europea había renunciado a transformar la sociedad.»

(En la Wikipedia, refiriéndose a ese concierto de despedida en Verges)

«Lluís Llach va ser present el passat 22 de setembre a Sant Sebastià, al Velòdrom d’Anoeta, per avalar el documental Llach: la revolta permanent, produït per Jaume Roures (Mediapro) i dirigit per Lluís Danès, que reivindica la memòria de les víctimes de la repressió policial perpetrada el 3 de març del 1976 a Vitòria i que va inspirar el tema Campanades a Morts. Llach va recordar que els representants de l’Estat encara no han demanat perdó per aquests fets. (…) “Va ser el primer assassinat d’Estat del post-franquisme. Llàstima que els governs que, escollits democràticament, i que segueixen avui en dia representant a aquell mateix Estat no hagin volgut fer un acte de justícia, al menys en pla ètic”, va lamentar Lluís Llach, abans d’oferir un petit concert al Velòdrom…»

«Lluís Llach estuvo presente el pasado 22 de septiembre en San Sebastián, en el Velódromo de Anoeta, para avalar el documental Llach: la revuelta permanente, producido por Jaume Roures (Mediapro) y dirigido por Lluís Danés, que reivindica la memoria de las víctimas de la represión policial perpetrada el 3 de marzo de 1976 en Vitoria y que inspiró el tema Campanades a Morts. Llach recordó que los representantes del Estado aún no han pedido perdón por estos hechos. (…) «Fue el primer asesinato de Estado del post-franquismo. Lástima que los gobiernos que, elegidos democráticamente, y que siguen hoy en día representando a ese mismo Estado no hayan querido hacer un acto de justicia, al menos en plan ético», lamentó Lluís Llach, antes de ofrecer un pequeño concierto en el Velódromo…»

(Recogido por ejemplo en lluisllach.cat o en cineenvioleta.org)

Hablamos del concierto que dio Llach el 3 de marzo del 2006 en el pabellón Buesa Arena de Vitoria para conmemorar los 30 años de unos trágicos sucesos, y también hablamos del 3 de marzo del 2007, cuando Llach asistió al preestreno del documental de Danés ese año. Ese «22 de septiembre» al que se alude se refiere al día en que se presentó el film de Danés en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, después del concierto del 3 de marzo del 2006.

«En el transcurso de una asamblea de trabajadores (3 de marzo de 1976 en Vitoria-Gasteiz, barrio de Zaramaga), la actuación de la Policía causó cinco muertos y más de cien heridos de bala. Esa misma noche, llevado por la rabia, Llach compuso la que sería una de las canciones más emblemáticas de la Transición: ‘Campanades a Morts’.»

(En eitb.eus, y también se explican los trágicos hechos con detalle en la propia web del cantante, así como la gestación de Campanades a Morts y del film)

«Llach corroboró estas palabras (del director del film) al sostener que “la revuelta es absolutamente necesaria. No entiendo de otra manera nuestro trabajo: se ha de cuestionar continuamente y poner patas arriba las cosas para poder ordenarlas después.”»

Llach en ese preestreno del 2007:

«Ha estat emocionant que el que podia haver estat una pel·lícula d’un cantant més o menys torra-collons hagi recaigut al compartir el protagonisme amb una història real que ens ajuda a entendre què ens ha passat i ens sorprengui davant la baixa qualitat democràtica del comportament social i polític de les institucions.» 

«Ha sido emocionante que lo que podía haber sido una película de un cantante más o menos tocacojones haya recaído al compartir el protagonismo con una historia real que nos ayuda a entender qué nos ha pasado y nos sorprenda ante la baja calidad democrática del comportamiento social y político de las instituciones.»

«En tot l’enfilall de disbarats del sistema polític, el de Gasteiz és el primer assassinat d’Estat, la primera gran pèrdua de tot sentit ètic del que havia de venir. El fet que cap responsable de l’Estat espanyol hagi vingut a demanar perdó quan es va cometre un assassinat d’Estat és indigne.» 

«En todo el entramado de disparates del sistema político, el de Gasteiz es el primer asesinato de Estado, la primera gran pérdida de todo sentido ético de lo que había de venir. El hecho de que ningún responsable del Estado español haya venido a pedir perdón cuando se cometió un asesinato de Estado es indigno.»

(En barcelona.indymedia.org)

3marzo-no-olvidamos0Quiero pedir «disculpas» por empezar de una forma tan fuerte, por explicar cosas que van mucho más allá de la temática musical. Pero hablamos de unos hechos gravísimos, de una matanza perpetrada por la policía 5 meses después de la muerte de Franco. Hablamos de la implicación de dos ministros en activo, Manuel Fraga Iribarne (“la calle es mía”) y Rodolfo Martín Villa. Hablamos de represión policial y estatal y por desgracia, de bastante más que eso. Hablamos de que todavía estaban prohibidos los derechos de reunión, manifestación y huelga, y de que los sindicatos todavía eran ilegales. Y hablamos, como dice el propio Llach, del flagrante olvido del Estado después de nada menos que no 30, sino 40 años, ese mismo gobierno central que olvida lo que no le interesa y le incomoda (crímenes de la dictadura, búsqueda de fosas comunes de la Guerra Civil, la verdadera recuperación de la Memoria Histórica, pedir perdón cuando es de justicia hacerlo…).1456948454_342504_1456950395_noticia_normal

3marzo11duelo-7558b

Una imagen de ese infausto día de 1976

Y si nos hemos ido mucho más allá de la crónica meramente musical, creo que no va nada mal hacerlo, porque Lluís Llach, aparte de cantautor, compositor y músico es y ha sido muchas otras cosas, entre ellas activista político, social e ideológico, una persona que ha luchado contra y ha denunciado el franquismo, el tardofranquismo y el post-franquismo. No va mal recordar todos estos acontecimientos históricos y la implicación del catalán componiendo un réquiem como Campanades a Morts como denuncia y recuerdo, porque sitúa a Llach en su verdadera dimensión de autor de canciones protesta e impulsor de ese activismo tan comprometido. De hecho Llach es uno de los cantautores más importantes y emblemáticos que han dado Cataluña y España, una figura capital para entender las últimas décadas de la música en su tierra -esta tierra- y en este país -sea cual sea el país que tengamos en mente-. Uno de los componentes de los Setze Jutges y uno de los puntales de la Nova Cançó catalana. Explicar la envergadura e importancia de su figura, glosar su extensa y productiva carrera, calibrar la magnitud de su impresionante discografía, canciones y éxitos sería ciertamente largo.37449

(2) El presente y el independentismo

(Quien lo considere oportuno y no le apetezca leerlo, puede saltarse esta parte e ir a la tercera y última. Prometo que aquí no hay ninguna intención de «comerle el coco» a nadie. Esta parte es bastante larga, ya aviso…).

La lástima, la «lástima» es que la política lo contamina todo…

Llach se une a Junts pel Sí (JxSí) y se mete en todo el fregao, en la aventura independentista, secesionista catalana -o como mínimo, o para ser más exactos, de una parte de sus fuerzas políticas-, pasa de sus ideales de toda la vida a intentar plasmarlos en el terreno de los hechos, a llevarlos a la arena -y el circo, y el esperpento…- política. Las aspiraciones soberanistas y el largo pulso con el gobierno español… para qué me voy a extender en unos hechos con los que nos machacan todos los días, y que desembocaron en tantas cosas: cárcel para unos cuantos, la huida de Puigdemont a Bruselas, nuevas elecciones el pasado 21 de diciembre, la aplicación del artículo 155…

La lástima, la «lástima» es que la política lo contamina todo. Creo que la práctica totalidad de nosotros/as, tengamos las ideas políticas que tengamos y el posicionamiento que sea, coincidiríamos en que es una situación y una realidad tremendamente compleja, y ya no solamente desde el punto de vista político: también desde el legal, el jurídico, el penal, el sociológico, el convivencial… Compleja, delicada, grave, preocupante, tensa, incómoda, enrarecida, radicalizada, enquistada, esperpéntica, patética, tóxica, cansina… y a poco que me esfuerce saco 25 adjetivos más.carod-644x362La lástima, la «lástima» es que la política lo contamina todo. No voy a entrar a desmenuzar la situación actual al detalle -ni estoy tan loco, ni soy tan, tan plasta, ni esto es un blog de política-, y tampoco voy a entrar a desmenuzar con detalle las actuaciones o declaraciones de Lluís Llach en estos últimos tiempos, dado el salto a la primera línea de la política. Digo esto en buena medida porque soy consciente de que Llach ha hecho declaraciones y ha mantenido posturas que a mucha gente le han desagradado profundamente. ¿Que habrá cometido meteduras de pata, que habrá dicho cosas que a muchos se les antojan auténticas idioteces o cosas infumables que denotan posturas radicales? Sin duda alguna. Llach es un independentista y un republicano convencido, una persona a punto de cumplir 70 años y mi opinión personal es que mucha gente de ya avanzada edad, que ha vivido por ejemplo el franquismo y su represión, tiene ideas mucho más radicalizadas. Creo que esto es de bastante sentido común, que efectivamente ocurre. No intento justificarlo ni tampoco mi pretensión ni mi cometido son «defender» sus ideas políticas. Pero sí es mi intención defender y rescatar al Llach artista y músico del actual contexto político envenenado.lluis-llach-independencia-575x323La lástima, la «lástima» es que la política lo contamina todo. No soy de los que piensan, o la clase de personas que funciona mentalmente en parámetros de este estilo (a ver si consigo expresarlo con claridad):

-«Como en la dictadura de Franco, todo el franquismo y la inmediata y complicada etapa posterior, la Transición que llevó a la democracia, hubo innumerables meteduras de pata, se soltaron incontables gilipolleces y cosas infumables social y políticamente, se perpetraron atrocidades -como lo de Vitoria- y en fin, se cometieron actos vergonzosos a todos los niveles, todas estas meteduras de pata, gilipolleces verbales y vergüenzas justifican y hacen buenas -o más pasables- las meteduras de pata, gilipolleces verbales y posibles vergüenzas de Lluís Llach». No.

-«Como en la dictadura de Franco, todo el franquismo y la inmediata y complicada etapa posterior, hubo innumerables meteduras de pata, se soltaron incontables gilipolleces y cosas infumables social y políticamente, se perpetraron atrocidades y se cometieron actos vergonzosos a todos los niveles, todo esto convierte por arte de magia y automáticamente a Llach en un dechado de virtudes y aciertos, en un pozo de sabiduría, como mínimo a nivel político». Y ojo, que sus ideas políticas son muy loables y tienen su lógica interna. No otra vez.

-«En suma, las actitudes y actuaciones autoritarias, neofascistas, intransigentes, cerriles, fundamentalistas, ultranacionalistas, impositivas, represoras, semi-mafiosas y dudosamente legales de un «bando», de cualquiera de los dos bandos en este choque de trenes, justifican automáticamente que el otro «bando» pueda comportarse exactamente de la misma manera». «Tú eres chungo, cabrón e intransigente, entonces yo puedo serlo igual o si cabe más aún». Pues tampoco. Para nada. ¿Qué es esto? ¿La ley de la selva? ¿Estamos en una jungla? Parece que en buena medida sí, eso es lo triste, disfrazados con traje y corbata de «seres civilizados» y ocupando escaños y cargos políticos.

senyera-catalana_ecdima20140908_0010_18

¿Va a aparecer aquí alguna foto de Mariano Rajoy, de Soraya Sáenz de Santamaría, de Méndez de Vigo, de Juan Ignacio Zoido, de Rafael Català…? Va a ser que no. Pero tampoco de otros líderes de otros colores políticos

La lástima, la «lástima» es que la política lo contamina todo. Todas estas reflexiones me llevan a lo siguiente: me parecería totalmente injusto y fragmentario que alguien tuviera una imagen distorsionada de nuestro protagonista de hoy por culpa de cosas que haya podido hacer o decir en estos últimos meses de frenética y volcánica actividad. Sería una imagen distorsionada que no dejaría ver, que «olvidaría» al artista y músico que hay detrás -y ese «detrás» tiene también un extenso sentido temporal-. Sus ideas políticas y los acontecimientos de los últimos meses pueden hacer que a algunas personas les caiga realmente mal Llach, que tengan una pésima opinión de él. Si ese es el caso, es una lástima -insisto- porque esa imagen estaría absolutamente condicionada por el actual contexto político en Cataluña y por las posiciones defendidas por los grupos independentistas.55b23fedcd347-r_1437745175772-49-29-644-336¿Hay algún guiño en clave política en el hecho de publicar ahora sobre un tema de Lluís Llach? Pues en cierta manera sí, por cuestión de simpatías o afinidad ideológica. Pero por otro lado rotundamente no, puesto que Llach «se infiltró» en mi vida ya en mi adolescencia, en los tiempos en que estudiaba B.U.P. en el instituto y las canciones de este señor sonaban casi a diario a mi alrededor. Un grupo de chicas, compañeras de clase y catalanoparlantes la mayoría -como yo- tenían al cantautor gerundense como uno de sus máximos ídolos, cantando y tocando sus canciones a la guitarra, como he comentado en diversas ocasiones. Innumerables son las canciones que he escuchado, que conozco y que me fascinan o encandilan, y la de hoy definitivamente me parece una de las más bellas e impresionantes. Dicho en otras palabras: como mínimo puede decirse que no era necesario ningún tipo de guiño, ni sentir ningún tipo de coincidencia ideológica, para que Llach apareciera en este blog; el peso de su obra en mi andadura musical es considerable.la-bandera-independentista-l-e_54349945032_53389389549_600_3961507043869_836205_1507052095_noticia_normal

1507107654_513129_1507122266_noticia_normal

¿Guerra de banderas? No, gracias. Todo esto resulta ya muy cansino…

«Los nacionalismos, qué miedo me dan…»

(Enrique Bunbury en El Extranjero)

dfv9qf

«A las banderas». Del blog COCINA PARA GORDOS

Dije al principio que no podía ser imparcial, pero que intentaría mantener la objetividad. Lluís Llach sueña con y anhela y aboga y lucha por una república independiente, y debo decir que coincido plenamente con ese ideario y que simpatizo altamente con la causa independentista, aunque mi postura personal sea absolutamente secundaria e incluso irrelevante en esta entrada.

A propósito del verso de Bunbury, lo entiendo plenamente y lo suscribo en buena medida. Pero por otro lado no puedo quedarme meramente ahí, aunque sea muy bonito e idealista pensar en un mundo sin naciones ni pasiones basadas en el territorio. Me parece bastante mal y estoy totalmente en desacuerdo en que se criminalice y condene, ya sea de forma descarada y cruel, ya de forma disimulada e indirecta, al nacionalismo catalán o a ese sentimiento, que es una aspiración plenamente legítima. Ahora parece que el nacionalismo, venga de donde venga, es el gran mal y el gran demonio: me parece un absoluto ejercicio de hipocresía ideológica y política, la cantinela que ahora han adoptado por ejemplo los líderes europeos -Macron, Merkel…- porque les interesa a todos tener a esa bestia enjaulada y de paso cerrar filas con el socio español. Pero me resulta gracioso y a la vez hipócrita, porque decenas de naciones totalmente «legales» y plenamente soberanas y reconocidas han nacido, tan solo si nos ceñimos al ámbito europeo, de movimientos secesionistas o de separación: Islandia se independizó de Dinamarca, Noruega y Suecia se separaron tras formar una sola nación, las tres repúblicas bálticas (Estonia, Letonia y Lituania) recuperaron su independencia tras haber sido anexionadas por la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial… Etc, etc, etc. A nivel mundial hay más ejemplos, si bien es verdad que todos y cada uno de esos casos se enmarcan en situaciones muy particulares y que todos ellos son distintos del actual contexto político español y catalán. Así que si la mayoría del pueblo catalán así lo decidiera o así lo quiere, no hay razón aparente ni tampoco legal para que Cataluña no pudiera independizarse. Si hay un motivo este obedece al discurso y la lógica del miedo -y a la negativa, a la cerrazón- y a una razón absolutamente visceral e inamovible: la unidad de España parece el gran tabú insalvable e intocable de este país. Es un crimen intentarlo -que no desearlo- e incluso puede merecer condenas y cárcel -literalmente, desgraciadamente no hay exageración aquí-. Es decir, parecería que el nacionalismo español es más fuerte o tiene los huevos más gordos -o su estado más capacidad de control, de tener la sartén por el mango y de represión, todo guarda estrecha relación- e impondrá su ley frente a los disidentes.lluis-llach-2Por supuesto, toda esta realidad y esta situación es complejísima y a la vez cansa hasta al más pintado -incluyendo los «pesados» de los independentistas-, y se podría eternizar el debate y el intercambio de tantísimos puntos de vista. De hecho ese debate y esa pugna llevan semanas, meses, incluso años produciéndose. Como es tan compleja, seguiré esbozando algunos de mis puntos de vista:

-Vuelvo a repetir que esos procesos de emancipación de algunas naciones europeas tienen cada uno unas particularidades seguramente no extrapolables al caso catalán. Tampoco es extrapolable la desmembración de Yugoslavia y el nacimiento de Serbia, Montenegro, Bosnia-Herzegovina, Croacia o Kosovo, por ejemplo, fruto todo ello de diversas tensiones y de cruentas guerras que nadie quiere ver repetirse. Solamente los agoreros del miedo más rancios y demagógicos aluden a una hipotética «balcanización de Cataluña». Patético sacudir esos fantasmas.

-En paralelo a esto, tenemos los conceptos de «derecho de autodeterminación de los pueblos» o el concepto del «derecho a decidir», y todo aquel que quiera estar bien informado tiene la obligación de investigar qué cabida, qué significado tienen dentro de las leyes internacionales, y qué casos podemos encontrarnos. Por ejemplo el famoso «derecho a decidir» («dret a decidir») tan cacareado por Puigdemont, Junqueras y otros políticos independentistas no está contemplado en la legislación internacional, como se nos explica en confilegal.com.

-Más información: «El Derecho constitucional español no contempla el derecho de secesión de una parte de su territorio», se nos explica en eldiario.es. Para contrarrestar la balanza tenemos que «una declaración unilateral (de independencia) no es ilegal dentro de la ley internacional». Nos lo explica un profesor de Derecho Internacional en nabarralde.com. O que «el Derecho internacional no ha prohibido que los pueblos culturales aspiren a crear un nuevo Estado mediante su secesión de un Estado matriz», tal como nos cuenta el blog laverdadofende. Podemos encontrar muchas otras explicaciones en el mismo sentido. La clave de todo esto radica en qué se entiende por «pueblo» y si se puede considerar a los habitantes de Cataluña «(un solo) pueblo». «Qué extraño» y «qué casualidad» que los grandes medios digitales españoles, caso por ejemplo de El País, elmundo.es, o El Periódico, por no hablar de La Razón o ABC, coincidan en visiones del tipo «ningún texto constitucional avala la autodeterminación» (en El País). Con lo cual no están diciendo nada que no sea absolutamente cierto. Como no es menos cierto que el rodillo mediático e informativo es brutal, en el sentido de que los grandes medios españoles se arriman todos hacia el mismo costado, pudiendo considerarse «unionistas» o que defienden la integridad territorial.

-Complejo, muy complejo. Soy plenamente consciente de que en el actual arco legal y constitucional español no está contemplada ni tiene cabida una hipotética independencia de una parte del territorio, sea fáctica o efectiva o meramente simbólica, como tampoco una DUI, una escisión o cualquier cosa parecida. Y lo que es peor, ni siquiera la posibilidad de un referéndum que dirimiera la cuestión. Como tan machaconamente ha repetido Rajoy «el gobierno no puede, ni debe ni quiere autorizar un referéndum». Aunque no puedo evitar volver a sentir el tufillo de la hipocresía, porque entiendo que en política cuando hay voluntad de entenderse o hacer algo se acaba haciendo. La voluntad es fundamental, y en este caso ha brillado por su ausencia. Baste recordar los casos quebequés y escocés -de nuevo con matices y diferencias- pero que ilustran que cuando hay voluntad se puede llegar a un referéndum pactado, como se ha reclamado desde aquí durante meses y meses.5732330-4x3-940x705-Voy a dejar esto bien claro: simpatizo muchísimo con la idea o el ideal de una Catalunya independiente, pero no es algo que me quite el sueño, para nada. No es cuestión de vida o muerte, algo urgente o prioritario, por lo menos para mí. Se me puede encuadrar bajo la consideración de «independentista» si no hay más remedio, pero pese a atraerme esa aspiración preferiría no verme encasillado por un calificativo. Enlazando con esto, no me considero un fanático radical y descerebrado, alguien que antepone el nacimiento y la existencia de esa hipotética nación a cualquier otra consideración. Es una cuestión de sentimiento, sí, pero considero importantísimo utilizar la cabeza, pensar, analizar, reflexionar…

-Cuestión de sentimiento, sí… el sentirse muchísimo más catalán que español -o mucha gente totalmente catalana y en absoluto española, o quizá ambas cosas bastante a la par- es algo que nace de forma espontánea, innata, natural, que por lo general no se racionaliza ni escoge. En mi caso esto no implica odio o desprecio hacia España o los españoles. Quizá desafección, distanciamiento, desapego, extrañeza, incluso algo de recelo o desconfianza, esto último creo que exclusivamente encauzado hacia los gobiernos centrales de Madrid. Yo no puedo hablar por todos los independentistas ni por todo el sentir de los catalanes. La disparidad de sentimientos, opiniones y posturas tiene que ser enorme. Pero hay personas, contrarias totalmente a esa independencia, que opinan y hablan pestes de los independentistas: que son -o somos- personas llenas de desprecio y odio hacia España y el resto de españoles, que solo buscamos la exclusión, la separación, la fractura, el ghetto, que somos auténticos fanáticos, unos fundamentalistas, unos monstruos -algunos llegan a compararnos con los nazis-, unos radicales que ejercen un claro racismo basado en la lengua, la cultura, el lugar de nacimiento, esas señas de identidad de una supuesta «nación» que solo existe en su imaginación. Habrá independentistas catalanes con esas ideas tan radicales, pero no creo que todos sean o seamos igual. Por más que muchos no se lo crean y por más que muchos lo hayan repetido hasta la saciedad, yo sí creo que la sociedad catalana es inclusiva y abierta. Yo no me enfado con nadie porque piense diferente en estas cuestiones. Es más: entiendo perfectamente a los que se sienten totalmente españoles y reniegan de cualquier ansia separatista. También me siento español, también quiero a ese o este gran país. Lo único que está a la altura del betún suele ser por lo general los políticos que la gobiernan.tuxxs-Cuestión de sentimientos… es a esos sentimientos a los que apelan astuta y hábilmente los políticos. Y Puigdemont, Junqueras y compañía no han sido una excepción, con ese mantra tan repetido del «dret a decidir». Recuerdo un discurso televisado en que Puigdemont dijo algo muy parecido a esto, antes del referéndum del 1 de octubre: «Si cualquiera va por ahí a explicar que los catalanes y catalanas queremos votar y no nos dejan, no lo entenderían. Le preguntarían a esa persona: «¿y por qué?»»afp_t04ku_20171001202122-ke2b-u431737135285jmb-992x558lavanguardia-web-Y que quede claro, porque esto es indudable: ese sentimiento -de constituirse en una nueva nación- existe, de forma legítima, sincera e innata en miles y miles de catalanes y catalanas. Precisamente a eso apelan. Y cuando se apela antes al corazón y a las vísceras que al intelecto pienso «malo, malo», pienso que hay algo de preocupante y de potencialmente peligroso, en la línea del verso de Bunbury. Si alguien no entiende mis razonamientos no es mi problema, porque lo repetiré: veo con bastantes buenos ojos una Catalunya independiente. Ahora bien, está claro que Puigdemont y compañía han sabido apelar al sentimiento, conmover y mover, manipular y arrastrar, digámoslo claro. Y movieron y arrastraron al voto a millones de catalanes y no catalanes, montándose el berenjenal que todos conocemos en el referéndum del 1 de octubre. Pese a las advertencias del gobierno central, que lo tildaba de ilegal, y pese -el govern català- a ser potencialmente conscientes de todo lo que podía llegar a pasar. Y si pasaba algo grave y vergonzoso, como de hecho pasó, toda la carga de la culpa iría dirigida hacia el Estado central represor. Me huele sospechosamente a «jugada estratégica perfecta», pese a que pueden alegarse ideales y motivaciones muy elevadas (efectivamente, el derecho a voto lo tiene cualquier ciudadano). Me huele a manipular y arrastrar a miles de ciudadanos. Me huele a utilizar a esos ciudadanos como carne de cañón inocente en pos de una meta política, pese a saber que podían ser vapuleados. ¿De verdad Puigdemont y compañía eran tan tontos, tan ingenuos y tan bienpensados para esperar que todo se desarrollara en una absoluta y pacífica normalidad? No me lo creo. ¿Hubo gente que no se dejó arrastrar? Sí. El que escribe por ejemplo. No fui a votar a ese referéndum, no me importa decirlo abiertamente, porque no me merecía las suficientes garantías democráticas, como luego efectivamente corroborarían observadores internacionales (claro, hubo enormes dificultades y eso no lo discute nadie). Pero la democracia, como bien han apuntado algunas personas, es algo más que ir a depositar un voto en una urna. Puigdemont apelaba a todas horas a la democracia… se manipula y se machaca con las ideas, hasta quedar como el verdadero demócrata y los demás como la basura (aunque eso no se lo discuto, la calidad democrática del gobierno Rajoy es ínfima). Pero Puigdemont, con la inestimable ayuda de Forcadell, se saca de la manga en tiempo récord unas leyes de desconexión y transitoriedad, convoca unas elecciones y crea toda una realidad legal paralela a la constitucional. No sé, pero a mí esto me recuerda peligrosamente al señor Nicolás Maduro y su forma de hacer, y obviamente no me gusta nada. Calificar todo esto de «democrático» me parece una broma -porque solo tiene unas partes o aspectos, el barniz, pero le faltan garantías-, o como mínimo de discutible. Claro que el otro, el payaso inmovilista que se queda haciendo la estatua, Rajoy, no me merece una mejor opinión. Tal para cual, patéticos ambos.People queue at a polling station to cast their ballots in a symbolic independence vote in Barcelona-La matización debo hacerla: pese a todo lo dicho, tengo el máximo respeto hacia todas las personas que sí acudieron a votar. No hay nada de crítica y mucho menos de burla en mis palabras. Así que aquí estoy: Me quemarán en la hoguera los españolistas, por declararme más o menos a favor de la independencia, y me quemarán en la hoguera los puristas de esa república independiente por las graves afirmaciones que acabo de soltar.

-Por todo lo dicho, parece bastante obvio que Puigdemont no me despierta demasiadas simpatías ni confianza. No es nada personal. En realidad, hay bastante ambivalencia de sentimientos de mi parte. Lo que no me gusta es la forma en que ha procedido, él y su gobierno; a mi juicio de forma precipitada, optando claramente por la vía directa y por la política de los hechos consumados: hecho consumado el referéndum que se celebrará y se celebró, hecho consumado la proclamación de esa república. Porque en ese galimatías de la legislación internacional, las declaraciones unilaterales no solo obedecen al criterio del derecho, sino también a la categoría de los hechos: puedes proclamarte país independiente, tanto si después te reconocen como si no. Para mí fue un error esa DUI, para mí se tomaron decisiones erróneas y se obró con un mal consejero: la prisa.

-Que simpatice con los ideales independentistas no significa que les haya de dar un cheque en blanco a esos dirigentes que conducirán el procés. Nunca se lo he dado, siempre he sido y continúo siendo muy crítico. Con todas las partes, con ambos bandos. En cierto blog ya vertí mis extensas y francas opiniones. También ese día me hice eco de un pensamiento: Iñaki Gabilondo, en su espacio, aludió a un conocido suyo y a una opinión de éste sobre lo que estaba pasando en Cataluña, más o menos en estos términos: «Independencia sí, pero no con estos ni de esta manera». (Exactamente, “Soy independentista, pero así y con estos, adónde vamos”, aquí lo tenemos). Es decir, que me gustan los ideales pero no me gustan o me acaban de convencer las personas puestas ahí para supuestamente llevarlos al terreno de los hechos, de las decisiones, de la acción política. Más que las personas en sí, la forma de obrar y muchas decisiones tomadas. ¿Qué camino seguir? No es fácil.md-023-septiembre20172b-En algunas conversaciones, sobre todo con personas contrarias a la independencia, ha surgido varias veces una reflexión por parte de estos interlocutores, que comparto: «No soy partidario de que Cataluña se independice, pero si finalmente ocurriera, que por lo menos eso significara una mejora: sueldos más elevados, nivel de vida más alto, menos impuestos, más empleo, mejoras en la economía y en todo, un futuro mejor para nuestros hijos. Si la independencia hubiera de comportar todo esto, ya firmo, me parecería bien». Dicho por gente que es contraria a este proyecto. Todo esto con independencia, porque ese es otro tema muy largo de hablar, de ese país de «wonderland» que nos han intentado vender Puigdemont, Junqueras y compañía, donde todo sería maravilloso y todo serían mejoras, con espectaculares crecimientos del empleo, la economía, etc, etc. Es obvio que no se puede pintar un panorama donde todo es de color de rosa y donde todo serán ventajas y facilidades, aunque nunca se sabe a ciencia cierta. De la misma manera que me parece bastante lógico que Inés Arrimadas haya dicho repetidamente que Puigdemont ha mentido y miente a los catalanes, me parece que cualquier proyecto o cambio implica unos riesgos y unas dificultades, por grandes que sean, que quizá a veces merece la pena afrontar.20170929221715-kkmf-u431610717899sgc-992x558lavanguardia-web-Hay una idea y un hecho que creo que hasta el más tonto del pueblo tiene claro: el gobierno español, sea el que sea, jamás va a autorizar, aprobar o dar su permiso o consentimiento al nacimiento de una Cataluña como república independiente. ¡Si no veía con buenos ojos la celebración de ese referéndum, pactado siquiera! ¿Estamos de broma o qué? Por esta misma razón el pensamiento «sense desobediència no hi ha independència» cobra bastante sentido en este contexto. No es que esté llamando a la desobediencia, cosa por la que actualmente puedes acabar tras los barrotes, pero parece bastante obvio, como han declarado los antisistema de la CUP muchas veces, que dentro de este marco autonómico jamás se avanzará ni se superará cierto techo. De ahí esa llamada a trascender el marco constitucional, ya que por desgracia la otra opción no parece viable con el señor Rajoy al frente del barco conservador: pactar, sentarse a hablar, negociar. En una cosa, o quizá en unas cuantas, sí le doy la razón a Rajoy: lo de Puigdemont –«referéndum o referéndum»– es una imposición disfrazada de oferta de diálogo. O ambas cosas hábilmente confundidas. Es Puigdemont, muy zorro él. ¿Chantaje? ¿Golpe de estado? No me gustan ni comparto esas definiciones, por otra parte. Aquí asistimos a una de las peores facetas de la política, por desgracia: cuando ésta se convierte mayormente en un ejercicio de lanzarse dardos, acusaciones, descalificaciones, insultos, reproches. Cuando esas vergüenzas y esos errores de los que hablábamos hace rato se utilizan como munición para atacar al de enfrente. Tan decepcionante, tan inmovilista, intransigente y enrocado en sus posiciones resulta el uno como el otro.

-La fuga de empresas (o como mínimo, de sedes sociales)… Sí, por supuesto, no se puede ser ajeno a ni ignorar los enormes perjuicios económicos que pudiera traer esa independencia. El aspecto económico de todo este asunto también da para verter ríos de tinta, para un debate que de hecho hace meses que dura. En síntesis, creo que no solamente hay que dejarse arrastrar por ese sentimiento que impele desde dentro, como decía, sino que toda esta cuestión debe reflexionarse con la cabeza fría, pensar muy seriamente en las posibles consecuencias, pues no es un aspecto baladí en todo este tema. Las hipotéticas o quizá más que posibles consecuencias de esa conversión en estado independiente podrían ser catastróficas. Podría ser como arrojarse de cabeza por un precipicio, un «mal negocio» se mire como se mire, un grave error como puede serlo el brexit para los británicos. Salida de la Comunidad Europea, dejar de tener el euro como moneda, no reconocimiento por parte de los demás estados, re-negociación de la entrada en ese club, hundimiento de la economía, fuga de empresas y capitales, intereses altísimos para financiarse y la economía, la imagen y el prestigio desplomándose en picado. Sin extenderse demasiado en ello, la sola enumeración de esta retahíla de inconvenientes ya asusta. Y no se trata del discurso del miedo -que también, por otro lado- sino de utilizar la cabeza y pensar fríamente en ese escenario de pesadilla que podría materializarse. ¿Perjudicar a la economía, a todos los catalanes y catalanas, a su bolsillo, a su nivel de vida? ¿Quién apuesta por eso? Y sin embargo parece que Puigdemont y Junqueras, principalmente, quisieron vendernos un panorama de ensueño en un país «nou de trinca» donde, como dice el dicho, ataríamos a los perros con longanizas. Ni se hizo un análisis serio del tema, ni se ponderaron todos los pros y contras -como debería hacer todo buen profesional en su terreno-, ni se avisó de todo esto ni se reaccionó adecuadamente -ni siquiera ante los medios- cuando la cascada de decepciones, de reacciones adversas del entorno económico empezó a hacerse patente. Que vengan esos líderes independentistas a discutirme todo esto. De entrada les voy a endosar dos bofetadas dialécticas. La primera: “Soy independentista, pero así y con estos, adónde vamos”. Y la segunda: políticos de pacotilla, qué vergüenza. Manipuladores, embaucadores. Quizá sí, o por lo menos de momento, que juntos somos más fuertes (me refiero al conjunto del Estado). Quizá sí que Catalunya podría convertirse en «la Dinamarca del Mediterráneo», pero a lo mejor tendrían que pasar 10, 20, 30 años… Así que queda clara mi postura: esa moto no me la van a vender tan fácilmente, pese a que el proyecto ciertamente despierta ilusión. Por lo menos soy de la clase de «independentistas» que tiene muy presente todo lo dicho y que intenta usar la cabeza.

1506970117394
«La fiscalía dice que las cargas del 1 de octubre no afectaron en absoluto la convivencia» (ccma.cat)

15145177_xldona-gran-ferida-3anp-53528840dlcujrlw4aaymd2capturadepantalla20171001alas105118_60cde7771200_1506846002ferits1506853358565spanish-police-attack-catalan-independence-referendum0001170777

president-govern-espanyol-mariano-rajoy_1872422992_47088250_651x366

Me voy a contradecir a mí mismo y ahí va esta foto de Rajoy. ¿Por qué motivo? Para mostrar esa expresión facial. Creo que no hacen falta más palabras

Estas imágenes precisan pocos comentarios, porque hablan por sí solas. No podía terminar estas extensas reflexiones -que en realidad son cuatro pinceladas de todo lo que pienso y de todo lo que ha pasado y está pasando- sin manifestar lo siguiente al respecto de la brutalidad empleada por la policía ese 1 de octubre cuando la gente acudió a votar. Por más que Puigdemont y los suyos condujeran todo el procés chapuceramente y con toda la torpeza del mundo, por más que desafiara y se saltara el marco legal español -e incluso el catalán, autonómico-, hay cosas que son inadmisibles, por más que se califiquen de «actuación justa y proporcionada», por más que en un intento de burda manipulación se intente cargar gran parte de la culpa a los ciudadanos que acudieron a votar: asco, vergüenza, repulsa, condena, rechazo, tristeza, tristeza hasta el punto de las lágrimas, dolor, consternación, horror, indignación, más ganas de seguir en pos de esos ideales, si cabe. Infinidad de vídeos en las redes sociales muestran la brutalidad de las cargas policiales.

«Si algo he aprendido es que cuando hay millones de personas en la calle pidiendo urnas, les puedes tratar de muchos modos, pero como delincuentes jamás. Por eso, otro ole muy grande por cada persona que haya dado la orden de una carga policial como las que tuvimos el dolor de presenciar. Un ole a quien haya visto en la violencia y la represión la solución más adecuada para los problemas políticos de nuestro país…»

(Risto Mejide en «Elogio de la torpeza»)

¿Y qué tiene que ver todo esto con Lluís Llach y con el tema Com un Arbre Nu? Probablemente nada. La culpa es de Llach por ser un indepe de las narices (es broma). O quizá sí, algo. Los ideales políticos son el nexo que conecta todos sus años de carrera musical con muchos acontecimientos que nos rodean. Ya no solamente por sus críticas al franquismo, sino por sus denuncias constantes de los abusos de poder y los autoritarismos, también de los mecanismos usados por el Estado para reprimir, léase entre otros fuerzas del orden. Aunque pueda sonar exagerada o demagógica esta asociación, la brutalidad policial y la represión del Estado son el denominador común entre los hechos de Vitoria del 76, con el trágico resultado de 5 trabajadores muertos -ésa es la abismal y triste diferencia-, y el referéndum del 1 de octubre en Catalunya. Volveremos a repetir la misma lógica de antes: los errores y las vergüenzas del gobierno Rajoy, en este caso, no hacen más pasables ni menores los errores y las vergüenzas del gobierno que presidió Puigdemont, ni tampoco convierten por arte de magia a éste en un dechado de aciertos y virtudes. Si alguien ve maniqueísmo en mis planteamientos, es que no me ha leído bien. Volveré a repetirlo: he sido y sigo siendo muy crítico con ambas partes. Con todo lo expuesto, es más que suficiente. Incluso me dejo temas en el tintero, como las personas encarceladas con orden de prisión incondicional, algo absolutamente desproporcionado, y sobre los que pesan cargos de rebelión o de sedición que no se sostienen. O como el tristísimo papel del poder judicial, parece que casi siempre elaborando sentencias -algunas infumables- al dictado de lo que les apunta el ejecutivo. Ya se sanciona incluso con carácter preventivo. Hay que prevenir lo que no nos gusta o no nos conviene. Es fácil porque con tildarlo de ilegal o de inconstitucional es suficiente. ¿Qué dijo Llach? Ah, sí: democracia de muy baja calidad. Es patético, han pasado muchos años y sigue siendo perfectamente aplicable.

He intentado pintar a grosso modo todo este panorama tan desalentador. En suma, Puigdemont me despierta recelos y me provoca descontento, desacuerdo y decepción. Pero es que Rajoy y los suyos, con sus actitudes, declaraciones, decisiones y actuaciones me provocan un rechazo mayúsculo, decepción, hartazgo, indignación y hasta asco en cuestiones como lo de las cargas, los golpes y los porrazos lloviendo sobre los votantes aquel día.

De nuevo aprovecharé para pedir «disculpas» por este tostonazo inacabable y este panfleto político -mejor reírse de uno mismo-. Lo sé, esto no debería aparecer en un blog musical. Tan solo quería exponer mis puntos de vista con franqueza y transparencia. Y ahora, acabemos con música…

(3) El músico y la canción de hoy

Com un Arbre Nu fue el tercer disco editado por el cantautor gerundense, publicado en 1972. Es un álbum que empieza con una de las canciones más conocidas y emblemáticas de Llach, también una de las más combativas: Cançoneta (La gallineta). Se trata de una ácida y a la vez humorística crítica al régimen franquista…

«Con esta inocente canción que cuenta las desventuras de una gallina, consigue burlarse del poder, ya que donde la censura lee «visca la revulsió» («viva la revulsión»), el público entiende «visca la revolució» («viva la revolución»), e hizo de La gallineta un nuevo canto militante.»

(Fuente: Wikipedia)

Como bien nos dice dicha reseña, se trata de un disco donde el músico exhibe una amplia paleta estilística. Tenemos en este disco canciones bellísimas, poéticas y delicadas, como Ma Tristesa o A Cavall del Vent.lluis-llach-com-un-arbre-nuEn la web cancioncontodos.com tenemos una interesantísima y completa sinopsis de su trayectoria vital y artística. De dicho artículo podemos leer, sobre esos años:

«En 1969 Lluís grabó y publicó su primer LP: «Els èxits de Lluís Llach»: dio –con gran éxito– su primer concierto en solitario en el Palau de la Música, de Barcelona; y conoció a Laura Almerich, amiga, cómplice y parte fundamental de su acompañamiento musical a lo largo de toda su carrera.

Al año siguiente se publicó en la empresa discográfica Movieplay, su segundo LP: «Ara i aquí» (1970), y Lluís protagonizó, entre otros, dos recitales fundamentales: En el mes de noviembre, en Cuba, participando en el Festival de la Canción de Varadero; y, en diciembre, en el Teatro Español, de Madrid. En ambos recitales, tras alzar valiente y rotundamente su voz, su canto y su sensibilidad en defensa de la libertad y la democracia, empezó a sentirse duramente perseguido por la policía, hasta el punto de llegar a prohibírsele cantar porque, según decían, «revolucionaba al público con la mirada».

Ante aquella situación insostenible, Lluís Llach decidió hacer las maletas y exiliarse a Francia. «No podía trabajar en mi pequeño país –recuerda– estaba amenazado […]. Tenía un sentimiento de rabia más que de miedo contra el franquismo. Al final, en marzo de 1971, tuve que partir.»

En París entró en contacto con otros amigos exiliados y sobrevivió como pudo. Dio recitales –algunos especialmente entrañables, como los que se celebraron en el Théâtre de la Ville–, conoció y estrechó lazos de complicidad con otros compañeros del mundo artístico –como Josep Maria Flotats, Paco Ibáñez, Elisa Serna, Teresa Rebull o Carlos Cano–, y siguió componiendo sin pausa.

Mientras tanto en España se editó su tercer disco: «Com un arbre nu» (1972).

El 21 de enero de 1973, a Lluís se le presentó la gran oportunidad de cantar en el Olympia de París. El recital fue un éxito extraordinario…»

hqdefault

Sobre esa persecución de las autoridades franquistas que le llevó a su exilio parisino, también podemos leer en libreriaberkana.com:

«1970. Debuta en Madrid el 7 de diciembre en el Teatro Español, a propósito de este concierto le surgen los primeros problemas. La opresión franquista en torno a su persona llega a límites absurdos, sus conciertos son prohibidos (durante cuatro años) bajo la acusación de «revolucionar al público con la mirada». Lluís decide exiliarse en París. La verdad es que la policía lo perseguía por algo tan banal como «subversión», por ser miembro de un grupo político de la universidad, y por defender el catalanismo y la crítica a los fascismos que realizó durante un Festival musical celebrado en noviembre en la localidad cubana de Varadero. En este mismo festival, el cantante español De Raymond se mostró muy contento de poder representar al Generalísimo. A su regreso a Barcelona, los diarios del régimen reprodujeron el agradecimiento mostrado por Franco hacia De Raymond y «los ataques rojos y separatistas de un cantante catalán». En este momento Llach entendió la necesidad de exiliarse en París, pese a que aprovecharía diversas ocasiones para regresar.»

Se refiere la anterior cita al cantautor Ramón Marganet Castillo, de nombre artístico De Raymond, nacido en Hospitalet de Llobregat en 1947. Este artista parece que era algo más que afín al régimen del Caudillo («Somos nacional-sindicalistas, orgullosos de ser españoles, franquistas y, en estos momentos, los únicos que defendemos la bandera española», refiriéndose a Fuerza Nueva, o «es cierto que me han llamado facha en algunas revistas, y me hizo mucha gracia. Hasta hace poco tiempo no sabía lo que quería decir, pero ahora no me parece un insulto. Además, es cierto, dicen que tengo buena facha». (…) «Me siento orgulloso de ser catalán. Estoy a favor de la descentralización, pero de autonomías separatistas, nada. De Generalitat, nada.»). No hay que confundirle de ninguna manera con el famoso cantautor valenciano Raimon, que también formó parte de la Nova Cançó.

Finalmente, sobre aquellos tiempos y el concierto que dio en 1970 en Cuba, podemos leer en vilaweb.cat:

«1970. Quatre anys de prohibició i exili
El novembre del 1970, Llach viatja a Cuba i participa en un recital en què critica la política de Franco, cosa que fa que l’ambaixador espanyol se’n vagi de la sala. En tornant de l’illa debuta al teatre Monumental de Madrid i immediatament després li prohibeixen durant quatre anys de cantar a l’estat espanyol, tret del Principat. El 12 de desembre, especialment, li prohibeixen un recital a la final del I Premi Revelació de Cançó al País Valencià, a València, on participava com a artista convidat. La seva situació professional es fa insostenible i decideix d’exiliar-se a París.»

«1970. Cuatro años de prohibición y exilio 
En noviembre de 1970, Llach viaja a Cuba y participa en un recital en el que critica la política de Franco, lo que hace que el embajador español se vaya de la sala. Volviendo de la isla debuta en el teatro Monumental de Madrid e inmediatamente después le prohíben durante cuatro años cantar en España, salvo el Principado. El 12 de diciembre, especialmente, le prohíben un recital en la final del I Premi Revelació de Cançó al País Valencià, en Valencia, donde participaba como artista invitado. Su situación profesional se hace insostenible y decide exiliarse en París.»

Com un Arbre Nu es una canción extraordinaria, de una gran belleza y profundidad, donde expresa de forma absolutamente poética sentimientos e inquietudes en que cualquier humano se puede ver reflejado. Hay un poso filosófico en la letra, un anhelo en busca de la trascendencia. Musicalmente, esta versión de estudio es prodigiosa: el arranque del tema con ese piano y esa voz femenina… De hecho, si tuviera que «reprocharle» algo a esta canción es que esa parte de piano no se repita más adelante. Llega después el lirismo, su voz y la guitarra, y un estribillo inmenso, infinito -haciendo honor a sus versos-, y me vais a perdonar el calificativo, pero me supera esta canción, acojonante…

Com un arbre nu,   Como un árbol desnudo,
com dibuix fet al vent,   como dibujo hecho al viento,
com un arbre nu,   como un árbol desnudo,
jo, l’ocell.   yo, el pájaro.
Com del mar un port,   Como del mar un puerto,
món silent,   mundo silente,
cau d’amor,   refugio de amor,
com del mar un port,   como del mar un puerto,
jo, el vaixell.   yo, la barca.
L’infinit tot d’un cop   El infinito todo de un golpe
i el silenci absolut.   y el silencio absoluto.
Som el món sencer   Somos el mundo entero
i també el no-res.   y también la nada.
Tanca els ulls: som esperit.   Cierra los ojos: somos espíritu.
Obre els ulls: som el cos.   Abre los ojos: somos el cuerpo.
Som la llum del sol,   Somos la luz del sol,
de la nit la foscor.   de la noche la oscuridad.
Com un llibre blanc   Como un libro en blanco
on hi ha escrit el meu nom.   donde está escrito mi nombre.
Com un llibre blanc,   Como un libro en blanco,
jo, aquell mot.   yo, aquella palabra.
Com una cançó,   Como una canción,
joc del so,   juego del sonido,
joc del to.   juego del tono.
Com una cançó,   Como una canción,
jo, l’acord.   yo, el acorde.

Existen otras versiones de la canción. Y también existen diversos archivos de TVE Catalunya que pueden encontrarse en la red. Uno de ellos recoge un concierto del cantautor en el Teatre Grec de Montjuïc de Barcelona, en 1974. Ese concierto consistía en dos partes: la primera se emitió en diciembre de ese año –aquí la tenemos– y la segunda fue prohibida por la censura franquista y los espectadores de TVE Catalunya no pudieron verla hasta marzo del 2007, emitida con motivo de su retirada de los escenarios. Nuestra canción de hoy, en ese concierto en el Teatre Grec…

Tenemos también una interesantísima versión con arreglos jazzísticos y ya para finalizar aquí está Llach interpretando el tema en Tranuites Circus, espectáculo de teatro visual y circo creado por Lluís Danés -efectivamente, el mismo de Llach: la revuelta permanente-, estrenado en el Teatre Nacional de Catalunya en el 2007, y donde Llach aportaba su música en directo…

 

Esta entrada fue publicada en CANCIÓN DE AUTOR, POP, SOCIEDAD. Guarda el enlace permanente.

21 respuestas a Lluís Llach: Com un Arbre Nu

  1. lunapaniagua dijo:

    Sin duda es difícil, o imposible, hablar de Lluis Llach en un sentido estrictamente musical, como ocurriría con cualquier cantautor que tenga canciones reivindicativas, y más si han sido prohibidas.
    Lo del 3 de marzo de 1976 en Vitoria fue una salvajada, sin duda. Es más, 5 muertos son pocos para lo que podía haber sido. Hay un pequeño recordatorio enfrente de la iglesia donde empezó todo. Me parece importante el hecho de que hasta 2012 no se homenajeó a las víctimas, homenaje que siempre sufre intentos de sabotaje, y el recordatorio ha sufrido daños más de una vez. Y más importante aún me parecen las consecuencias que tuvo la matanza para el máximo responsable, Fraga, que fueron NINGUNA. Es más, ahí siguió con su trayectoria de presidente del PP, por ejemplo. Muestra de cómo funciona la política en este país. Vergonzoso, como tantas otras cosas.
    Sobre Cataluña me da una pereza terrible comentar nada por todo lo que ya se ve y se oye. Mi opinión, que no hay políticos buenos, por lo menos no en puestos decisivos, y que todos se aprovechan de la gente. Y que al final pierden y sufren los de siempre.
    Y la manía que hay en España de politizarlo todo…
    Me ha gustado mucho el último vídeo, el del espectáculo de teatro visual y circo, la chica sobre el piano es una pasada. Aún así, me quedo con la versión original y en directo, por que tiene esa esencia del cantautor.

    Le gusta a 1 persona

    • Varias cosas… Sí, por supuesto que era posible hablar de Llach dejando al margen sus ideas políticas e incluso su actividad. Pero, como dices, ha sido y es una persona muy implicada y reivindicativa. Un gran ejemplo de denuncia de las vergüenzas del franquismo.
      Es verdad, lo de Vitoria fue una salvajada, es casi un acto bélico. Aparte de los 5 muertos, si uno se para a pensar en este dato: «100 heridos de bala», pues es una aberración. Lo vi, lo del monumento homenaje, lo de los sabotajes, cierto.
      Comprendo que te dé pereza, como he dicho y como sabemos todos, es un tema que ya cansa, muy enredado, complejo y viciado. Desde luego no puede decirse que no me haya desahogado dando palos a toda esta troupe. Pese a muchas diferencias que pudiéramos tener, creo que muchas personas tendríamos coincidencias en la lectura de la situación.
      Gran verdad, pagan los de siempre, el pueblo llano y los que menos culpa tienen.
      El vídeo con la chica en plan circense fue el último que descubrí. Sí, es muy chulo. La actuación del 74 ya se nota que está cargada de gran significado social y político. Me quedo con la de estudio, es un pasote el sonido.

      Le gusta a 1 persona

  2. evavill dijo:

    Empiezo por una confesión: no me he leído la entrada entera porque es muy larga pero tal vez lo haga con tiempo después.
    La letra de la canción que has escogido es pura poesía y pura metafísica. Preciosa, de verdad.
    A mí me enseño a Llach una compañera de clase catalana. Cantábamos la estaca y alguna otra más.
    Y sí, la política lo contamina todo. Hasta las buenas intenciones pero todo es política, forma parte de nuestra vida.

    Le gusta a 1 persona

    • Pues si te la llegas a leer me encantará, aunque de hecho es un tostón de algo muy manido y no son más que mis puntos de vista. Sí, la política lo contamina todo, hasta este blog, jajaja, cágate…
      «Pura metafísica»… creo que has clavado la definición y me ha encantado que escojas estas dos palabras. Totalmente de acuerdo.
      Molts petons i visca Catalunya (jajaja, perdón, perdón, esto se me ha escapado. Jajaja)

      Le gusta a 1 persona

  3. Molt bona entrada. Un article molt contrastat i documentat on exposes no només els fets sino que ho fas amb el pit obert i el cor a la mà. No puc fer més que aixecar-me i aplaudir-te. Gràcies.

    Salut,

    Le gusta a 1 persona

    • Moltes gràcies a tu. Un tema molt complexe i amb molts elements per jutjar, Entrada molt llarga, i això que he fet servir les tisores (com el 155) per a fer una sintesi. Sí, he intentat expressar-me amb honestedat i franquesa, tot i que algunes afirmaciones poden coure o resultar controvertides als incondicionals del independentisme. Les il·lusions i els ideals sempre estaran aqui, però crec que hem de fer servir el cap també. Aixó és el que penso i em mantinc ferm que hem de fotre-li canya als polítics. No pot ser un xec en blanc i au, tira milles. I el tema de Llach, què? Bestial.

      Le gusta a 1 persona

      • Sí, no te comentat res de Llach, però el meu germà gran sempre posava un vinil amb les grans èxits de la cançó catalana i estava Llach, evidentment. Doncs, posava el vinil per anar a dormir i va ser el meu acompanyament musical nocturn durant bona part de la meva infantesa.
        Bona nit

        Le gusta a 1 persona

  4. evavill dijo:

    Para que veas lo buenísima amiga virtual que soy,me he leído la entrada entera, tus «cuatro pinceladas», jajajaja, qué gracia me has hecho con eso, pero no sé si opinar al respecto, creo que no. Es que ha llegado un punto en el que ya no sé ni lo que pienso sobre el tema. En lo que sí estoy de acuerdo es en que se han hecho las cosas muy mal, tanto por una parte como por la otra y que el problema sigue ahí, igual que al principio y puede que hasta peor.
    Bueno, pero no me tienes manía por ser madrileña, ¿verdad?
    Y no vuelvas a poner fotos de Rajoy que se me pone mal cuerpo.
    Besos y petons
    Adeu

    Le gusta a 1 persona

    • Pues muchas gracias. Efectivamente, cuatro pinceladas muy someras, ha sido un esfuerzo titánico por economizar medios, palabras, conceptos. Entiendo que la gente no se moje a fondo, esto se convierte o convertiría en un debate sin fin. Es verdad, el problema viene de lejos y perdura, ya lo dijo Ortega y Gasset: «El problema catalán». Claro, problema que no se arregla con jueces, sentencias, cargos, prisiones, y menos con violencia física. Fatal Rajoy, a mí también me pone a cien, él y todos, su miopía es increíble y su talla política no llega ni a mediocridad, es vomitiva. La foto… es que su cara tan de bobalicón o de inepto que sencillamente no está a la altura para gobernar, merecía verse bien clara.
      Las cosas muy, muy, muy mal hechas… léete el artículo que enlazo de Risto Mejide, es muy bueno. Más «tortura», lo siento.
      Ah, la manía a los madrileños/as… pues no, muchos de vosotros sois buenísima gente con la mente muy abierta y tolerantes y comprensivos. No todos, claro. La única manía que a veces he sentido es por los muy madridistas muy recalcitrantes o los que odian o echan pestes del Barça. Cuestiones futboleras, nada más. También fueron los tiempos de Mourinho, un incendiario total.
      Petons.

      Le gusta a 1 persona

      • evavill dijo:

        Era broma lo de los madrileños, como ya supondrás. A mí también me caen un poco mal los sobradillos del Madrid y eso que tengo varios alrededor y son buenas personas, jajaja.
        En fin, que hay de todo en todas partes. No es que no me quiera mojar, es que ya me sobrepasa la cuestión, tiene muchos matices y sería un debate muy largo.
        Pero sin gustarme demasiado el nacionalismo tampoco lo demonizo y sí que estoy bastante de acuerdo con tus planteamientos. Así, en general y sin entrar en detalles.

        Le gusta a 1 persona

        • Pues podría ser broma, pero estás en tu perfectísimo derecho de preguntarlo, los recelos en todas las direcciones no son ninguna invención… Ya lo digo, debate interminable. Gracias por coincidir, como he dicho habría mucho terreno común y hablando se entiende la gente. Los nacionalismos… es un poco lo que he querido decir en la entrada, quizá no me he explicado bien: ¿por qué demonizar o cargar ahora contra el nacionalismo catalán? ¿Acaso no hay decenas y decenas de naciones en el mundo, y prácticamente en todos los casos hay asociado un sentimiento de amor hacia tu tierra, nación, cultura, idioma, etc? Entonces los catalanes no tenemos por qué ser menos, tampoco en lo de constituirse en una unidad aparte. Por eso indico que veo mucha hipocresía en esto. Tampoco estoy diciendo que los nacionalismos sean maravillosos, o que no vayan asociados a tensiones, problemas, incluso guerras…

          Le gusta a 1 persona

  5. lrotula dijo:

    De Llach como musico mi admiracion. Ya te lo dije una vez.
    De lo otro pues es demasiado duro para leerlo. Pienso acabarlo, te dire algo voy por la SEDACION. Por cierto repites todo un parrafo adrede o se te ha colado.

    Me gusta

    • Si lo lees pues muchas gracias, si no no pasa nada, nadie está obligado y esto no son más que opiniones. Sé que se me ha ido mucho la olla con la extensión, y tuve mis dudas de si soltar el rollazo en este blog o no. Un tema complejo y que ya cansa. El párrafo repetido, creo, es el que repito en su parte principal pero no íntegro (creo que a ese te refieres). Pensé en ti por lo de Valencia y Raimon y el otro, De Raymond, menuda tela con este último, al que no conocía. Ah, ahí aún no has llegado.

      Le gusta a 1 persona

  6. Raúl dijo:

    Aquí otro madrileño, como Evavill. Respecto al tema de las manifestaciones durante la Transición, fueron realmente brutales; yo me incorporé a ellas cuando Martín Villa mandaba en interior, con 14 ó 15 años y os puedo asegurar que en Madrid dieron palos a lo bestia. En cuanto al tema catalán, siempre he pensado que no se le puede obligar a nadie a sentir o pensar de una determinada manera y que si alguien no está a gusto en un determinado lugar lo mejor que puede hacer es abandonarlo; dicho esto, creo que no se puede hacer de cualquier manera, por respeto a los independentistas y a los no independentistas. En mi opinión, el referéndum debería hacerse en Cataluña (sólo en Cataluña), legislando antes todo lo relativo al censo y a las personas que tendrían derecho a votar. También creo que el resultado debe ser contundente, es decir, que un 51% a favor de la independencia no debería valer porque sería un resultado coyuntural que, tal vez, en otras circunstancias y poco tiempo después podría dar un resultado igual de apretado pero a favor de los no independentistas. En mi opinión el resultado, para ser considerado como vinculante y válido, debería fijarse en torno a otros porcentajes, como mínimo un 60%, además sería la única manera de evitar la fractura dentro de la nueva hipotética república catalana. En cuanto a lo que sucedió el día del falso referéndum, me acuerdo que uno o dos días antes Puigdemont fue entrevistado por Jordi Évole, una entrevista interesantísima en la que el político quedó francamente mal; una de las cosas que me cabreó mucho escuchar fue lo relativo a la posible intervención de la policía, me acuerdo perfectamente que Puigdemont dijo algo así como: si hay tropecientas personas en una cola para votar la policía no se va a atrever a intervenir, según lo escribo me indigno aún más porque no se puede utilizar a la gente de buena fe como escudos humanos. Por otro lado, ¿qué hacía la policía dando palos en un referéndum ilegal?, si no hacía falta, ya habían dicho que era ilegal … Y voy más allá, si lo quieres impedir tienes que hacerlo bien, sin dar palos e impidiendo de manera eficaz la votación, pero es que dieron palos y votó todo el mundo que quiso. Digo lo que lrotula, toda mi admiración por Lluis Llach como músico y también por Serrat, tan catalán como él, que ha sido llamado fascista por decir lo que piensa. Saludos, What.

    Le gusta a 1 persona

    • Pues muchísimas gracias por tan enorme comentario en todos los sentidos. No solamente me ha encantado sino que lo suscribo casi palabra por palabra. Por partes…
      -Yo tampoco me sentiría nada cómodo ni que podríamos considerar que avala sin dudas de ningún tipo, que puede considerarse plenamente vinculante un hipotético sí a la independencia que ganara por un 51%. Efectivamente, debería buscarse algo más contundente, como un 60%. Da la sensación a veces de que Puigdemont y compañía declararían la independencia si incluso ganara la mitad de la población + un solo voto, jajaja. Francamente da la sensación de fanatismo, siento decirlo, de prisa, de imposición y unas cuantas cosas más. Claro, estamos hablando aquí de cosas tan delicadas como la convivencia, la segregación, la exclusión, la fractura… vivimos aquí todos juntos y mezclados, los que apoyarían un sí y los del no, y supongo que muchos matices intermedios más.
      -Yo también creo que debería hacerse el referéndum solamente en Cataluña, y además plenamente pactado, la opción más inteligente a la que Rajoy se ha negado en banda. Fatal Rajoy con su inmovilismo, y pase lo que pase las ansias independentistas no van a desaparecer, no sé si se han planteado esto a fondo. Incluso aunque encarcelaran a un montón de políticos e incluso ciudadanos. ¿Qué creen, que oprimir y prohibir son el único método de arreglar todo esto? Muchas veces lo he comparado con el ejemplo de alguien que no se sintiera a gusto viviendo en una escalera. Seguro que le dejarían marchar de ese bloque… ¿acaso harían un referéndum todos los vecinos de la escalera? Lo encuentro absurdo, a no ser que hubiera razones de peso, económicas se supone, para que se quedara. Claro que el ejemplo quizá no se ajusta del todo. Imaginemos una familia, unos quieren seguir viviendo en la escalera y otros no… ¿referéndum de todos los vecinos de la escalera? No me cuadra, este Rajoy es tonto, jajaja.
      -No vi esa entrevista supongo que en Salvados, no sé, pero me han llegado ecos. Pues ya estás diciendo muchas cosas. Yo he apuntado a posibles maquinaciones maquiavélicas, de acuerdo, en el sentido de que debían valorar eso mismo, que la ciudadanía recibiera palos y fueran usados casi como escudos humanos, aunque sea fuerte la idea. Cabe otra posibilidad, es cierto y se ha mencionado mucho: que realmente no se esperaban los del Govern que Rajoy a través de las fuerzas del orden se atreviera a llegar tan lejos y a actuar sin contemplaciones. De todas maneras… teniendo ahí el barco del Piolín y todo ese despliegue, ya he dicho que me cuesta creer en la candidez o la falta de previsión de Puigdemont. Ahora el calificativo de inepto va para él.
      -Es cierto, si te has cansado de manifestar que esa votación es ilegal, ¿para qué mandas a la policía, etc, etc? Y además a reprimir salvajemente. Me da la sensación de que buscaran un escarmiento bien visible e inequívoco, y lo triste es que ya no solo hacia los líderes indepes, sino hacia toda la ciudadanía simpatizante, que te aseguro yo que es mucha (aquí tienes mi caso, soy simpatizante y ese día no me movilicé, cúantos más puede haber…). No solamente eso, sino que Rajoy y compañía quedaron como el culo, en el sentido de asegurar cien mil veces que el referéndum no se iba a celebrar. A la caza de urnas y papeletas, registros, etc, etc. Después se cuelan las urnas y se vota de una forma tan masiva que me llevé una enorme sorpresa del «éxito» o de la amplitud que tuvo (y el ridículo es estrepitoso para el gobierno central). Ahí creo que debemos reconocerlo, Puigdemont pudo apuntarse un éxito en ese sentido, lo que después ha pasado es que lo ha gestionado fatal. Ante todo esto, digo que no se hará y lo hacen en mis narices, veo un componente de rabia y de escarmiento que me es difícil de ignorar. Pero en definitiva, fatal ambas partes gestionando todo el asunto, incendiarios ambos e inmovilistas, muy irracionales.
      -Diré otra cosa que en el artículo he omitido, pero que es complicada y da para pensar: la Generalitat se restaura y vuelve Tarradellas, antes de la constitución del 78. Esas leyes, las catalanas, son anteriores a la Carta Magna. ¿Cómo puedes avalar algo en base a esta, decir que algo es inconstitucional si el Estatut estaba antes, y en teoría cualquier cosa que pudiera emanar del parlamento catalán? Claro que la forma en que se aprobaron esas leyes de desconexión no la apruebo, ya lo he dicho claro. Pero este detalle cronológico también da para pensar. ¿Y cúantas veces el gobierno del PP se ha saltado la Constitución o se la han pasado por el forro, violado o ignorado, con muchas resoluciones? Yo diría que muchas. Ellos no son el mejor ejemplo del cacareado «respeto a la ley», cuando por ejemplo no devuelven o traspasan competencias cuando es debido, o cuando prometen unas obras o unas infraestructuras y no se cumple. Es complejo, pero esto explica en parte el cabreo y la desafección de los políticos de signo independentista. En fin, ahí lo dejo y gracias.
      -Por último, que me lo dejaba: todo mi respeto tanto por Llach como por Serrat, efectivamente no se puede demonizar a este por sus ideas en contra de esa independencia. eso es fundamentalismo y con eso no comulgo, me parece fatal y que por ahí vamos por mal camino. Sí, por desgracia hay mucha gente que piensa y actúa así, pero como he dicho no todos entramos en el mismo saco.

      Le gusta a 2 personas

  7. Raúl dijo:

    Rajoy y compañía creen que manteniéndose firmes en su postura conseguirán que el tema se olvide pero están muy equivocados; han errado su estrategia, lo mejor hubiese sido plantear el referéndum mucho antes y probablemente hubiera salido no, ahora la cosa es más complicada y el sí podría tener más opciones. Lo que pasa es que a los políticos sólo les interesa lo que esté pasando cuando ellos mandan; cuando se vayan éstos entraran otros (sean del partido que sean) y herederán una situación muy enconada, pero habrán cumplido pasando la patata caliente a otro; ¿te acuerdas del juego de la cerilla? Al final alguien acabará quemándose. Sí, la entrevista fue en «Salvados», te recomiendo que la veas porque es muy esclarecedora; por cierto, Jordi Évole otro traidor y fascista para algunos, de verdad alucino … A Puigdemont y compañía no es que les valga con el 51% es que les vale con mayoría parlamentaria, aunque ésta pudiera entrar en contradicción con el número de votos totales.

    Le gusta a 1 persona

    • Ahí está, ahí está, como dice esa reflexión a la vez contradictoria, tremendamente graciosa pero a la vez acertada: Rajoy y los suyos son en realidad la gran «fábrica» de independentistas, jajaja. Con sus decisiones, intransigencia, con la caña que están metiendo a nivel judicial y penal… ayudan a radicalizar la situación. Buena analogía el juego de la cerilla. Los traidores a la gran causa… entonces yo debo ser otro por todo lo dicho aquí, me pillan los indepes y me crujen, jaja… Ya lo he dicho, simpatizo con la causa, y eso con todas las reservas y reflexiones que es obligado hacerse, no con los actores del drama. No creo que hayas leído la novela Victus (está muy bien), sobre los hechos del 11 de septiembre… aparece la palabra «botifler», que es muy usada para designar a los «traidores».

      Le gusta a 1 persona

  8. No solamente he leído la entrada completa, sino también todos los comentarios, ¡magníficos! Nos gusta Lluís Llach, su música, su poesía y probablemente su persona, si le conociéramos…y otra cosa +(aunque ya lo habéis dicho casi todo y muy bien dicho) La política no es la que nos harta, no se puede vivir sin política, ni sin pensamiento; forma parte de nuestra vida. Son los políticos, que se nos muestran como»males genéricos de la naturaleza humana» lo que nos hastía (y la cara de rajoy, también 😉)

    Me gusta

    • Ando liado estos días… pues muchísimas gracias por el interés y por haberte leído toda la parrafada, que no es moco de pavo. Necesitaba exponer claro lo que pienso y desahogarme. No sé hasta qué punto la política está en todo, según como se mire. Tienes toda la razón, no es mala en sí, sino los malos políticos por lo general, los funestos, impresentables y patéticos políticos españoles, y toda la situación en la que parece estamos encallados, ya no solo con el tema Cataluña sino con todo. Claro que a muchos votantes les parecerá maravilloso o que ya está bien.
      Magnífica la poesía de Wisława Szymborska, a su manera tiene mucha razón y todo puede tener una dimensión política, aunque eso asusta un poquito. Reitero mi agradecimiento

      Le gusta a 1 persona

Deja un comentario