Y cuando dije que era «amazing» estaba pensando en ella. En Mitski Miyawaki, que es una cantante, música y compositora medio japonesa y medio norteamericana y que acaba de publicar su cuarto trabajo, de título Puberty 2…Y es que vi este disco, y esta portada, en algunas de esas listas recopilatorias con lo mejor. Pero cuando constaté que aparecía bastante en ellas y con el álbum muy bien situado me dije a mí mismo: «Para, para, asno, no vayas tan rápido». Detenerme e investigar en este álbum me supuso un frenazo. Un frenazo en seco. Y pensar que estuve a punto de pasar de largo. Menos mal que no le hice caso a mi parte estúpida. Al asno. Porque hubiera cometido una estupidez de las gordas.Porque puedo decir sin género de duda que si Misty Miller me encanta, me divierte y energiza -y me ha enganchado-, Mitski me ha extasiado por completo. Cómo suena, su potencia y robustez, sus buenas composiciones, y en especial el tema de hoy pero también otros contenidos en este disco. Otros tres trabajos preceden a este Puberty 2, así que para nada estamos hablando de un debut explosivo…
- Lush (2012)
- Retired from Sad, New Career in Business (2013)
- Bury Me at Makeout Creek (2014)
Diversas críticas muy interesantes dan buena cuenta de este último álbum y de los temas reflejados en él. En Puberty 2 están presentes la ansiedad y la depresión de la autora, sus miedos, y una constante lucha -día a día- por definir y descubrir qué es la felicidad. El disco trata sobre el crecimiento y sobre eso que conocemos como hacerse y ser un adulto. Por supuesto también se habla del amor, de si encontrar a alguien, o estar con alguien -en la manera que sea-, de si las relaciones humanas pueden alejar esos males y aportarnos algo de esa felicidad.Musicalmente se compara el sonido del disco a los cánones del indie rock de los 90, y en varias webs se traza un paralelismo con el grupo californiano de rock alternativo y pop punk Weezer, también con la Fiona Apple de la época de Criminal (gran tema). En suma, lo que manda en este disco son las guitarras distorsionadas, pero mezcladas con muchos más elementos: Teclados, efectos electrónicos, rasgueos de guitarra a lo folk punk, toques pop muy sixties, por otro lado intimistas piezas de dream pop, y por supuesto su voz y unas letras muy vitales. La revisión del disco que hace pitchfork.com nos dice que Mitski y su productor, Patrick Hyland, mezclan capas y capas de sonido, combinando lo armonioso con lo estridente y lo difuso. Y a fe que me lo creo, escuchando varias veces distintos temas. El resultado es magnífico.Vamos en concreto con el tema Your Best American Girl. Muchas cosas pueden decirse de esta canción, y desde luego lo primero de todo es que en verdad es una grandísima canción. Va creciendo poco a poco y pasa de una excelente melodía pop a un estallido sonoro que parece llenarlo todo. Aquí sí que pueden apreciarse esas guitarras distorsionadas y las capas de sonido, si se presta la suficiente atención. Me encuentro, después de decidirme por el tema y empezar la entrada, con que publicaciones como Rolling Stone la incluyen entre las 50 mejores canciones del año. Que no es poca cosa.La gran protagonista de la canción es la letra, una gran letra. Muchas lecturas e interpretaciones podrían hacerse de ella. Por ejemplo, una perfectamente válida es que versa sobre el vivir intentando alcanzar unas expectativas que de alguna manera se nos imponen, o también el darse cuenta de que hay que vivir siendo quien eres y olvidando esas expectativas. Otra forma de decirlo, el choque entre lo ideal y lo real. Entre lo que deberíamos o quisiéramos sentir y ser y lo que verdaderamente sentimos y somos. Pero hay más aún. Mitski enfoca una relación -una posible relación- desde el choque de valores y culturas, desde el choque de recibir educaciones diferentes y en cierta manera pertenecer a mundos diferentes. Aquí se refleja su propia experiencia vital. La cantante creció en el seno de una familia en constante periplo por el mundo. Nacida en Japón, vivió con su familia en lugares tan dispares como Turquía, la República Democrática del Congo, Malasia o China, antes de llegar a los Estados Unidos y establecerse definitivamente en el 2010 en Brooklyn. Allí estudiaría cine en el Hunter College y después composición musical en el Purchase State College de Nueva York. Así que su historia, de alguna manera, es la de sentirse de todas partes y a la vez de ninguna. Ni se siente plenamente japonesa ni norteamericana. La suya es una historia de inadaptación, de un fallido intento por encajar…Y la letra de esta canción empieza así: renunciando a una posible relación, dejándole escapar -a él-, diciendo «no» porque se es consciente de las diferencias y que de alguna manera no se cumplirán las expectativas. Las expectativas en cierta manera de un mundo de hombres blancos, de ahí el título del tema. Esta canción ha sido vista también por algunos medios como una provocación…
If I could, I’d be your little spoon
And kiss your fingers forevermore
But, big spoon, you have so much to do
And I have nothing ahead of me
You’re the sun, you’ve never seen the night
(…)
Don’t wait for me, I can’t come
Después viene el estribillo, que ha sido muy comentado y bien valorado por infinidad de medios. No ha dejado indiferente a nadie. El choque de valores, la reevaluación de una educación recibida en la infancia -en Japón, donde realmente es muy estricta- contraponiéndose a su nueva «patria» y realidad…
Your mother wouldn’t approve of how my mother raised me
But I do, I think I do
And you’re an all-American boy
I guess I couldn’t help trying to be your best American girl
A continuación los sentimientos, el dolor, el arrepentimiento que tiene que asumir para sí…
You’re the one
You’re all I ever wanted
I think I’ll regret this
Pero al final ese «But I do, I think I do» se acaba convirtiendo en un «But I do, I finally do.»
La songwriter declaró en una entrevista que estaba enamorada de alguien, pero que se dio cuenta de que esta persona provenía de un background cultural totalmente diferente, y que el amor no iba a ser capaz de superar ese handicap. Eso inspiró esta canción.
Si letra y música no son poca cosa -de hecho son formidables ambas- encima tenemos un vídeo que es magnífico. Me encantó y me enganchó a la primera. Invita a toda una reflexión sobre ese choque de los sentimientos y deseos con la cruda realidad. Sin duda está hecho con un fino humor bañado de ironía y acidez. Mitski se retrata a sí misma pero sin caer en el mal gusto ni la caricatura, sino con una parodia inteligente y humorística.Su mano y la forma en que la mira simbolizan todas esas limitaciones, con una divertida sensación de que «quien no se consuela es porque no quiere.» Pero a la vez la forma en que lo hace invita a la reflexión. Y enorme es la interacción con la pareja que aparece, no cuento más porque hay que verlo.
Una buena melodía pop y la delicadeza de su voz que no va a desaparecer en todo el tema, pero entonces estalla toda la tormenta. Atención -sonoramente hablando- a cuando la cantante hace este gesto…Aún me gustaría añadir algo más. Atención también, en una segunda o tercera escucha o visionados, cuando la otra chica se lleva el chupa chups azul a la boca. A cómo Mitski pausa el tema con imperceptibles cortes para marcar bien el ritmo. Para mí, eso solo demuestra toda su maestría.
Dos conclusiones -entre otras muchas- para acabar…
-Estaré muy atento en un futuro a nuevos trabajos de esta interesante artista.
-Dios bendiga al indie rock…y a esas guitarras distorsionadas.
Otra de la que no había oído hablar en mi vida. Desde luego añeja no es pero en una primera escucha no tengo muy claro si me gusta o no.
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No, si yo la descubrí en estos primeros días de enero. A mí la canción me parece muy buena, y cómo suena con esa guitarra. Y el vídeo un puntazo absoluto. Pues tengo una idea: Vuélvela a escuchar. Con una vez nunca suele ser suficiente.
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Venga. Queda prometida la segunda escucha
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Oh…gracias. (Arigatoo gozaimasu).
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Amén! me gusta tu Best American Girl! no la conocía pero la primera escucha ya me ha convencido, la voz, el ritmo y las guitarras, sí señor! gracias por el descubrimiento!
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Qué guay, me alegra mucho que te guste. Sí, me parece un gran tema con gran sonido, muy bien construido e inteligentemente trabajado. Intentaré hacerme con su tercer disco, que despertó buenas críticas y también es en clave rock-punk.
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Yo tengo guardado el enlace de la entrada para que no se me olvide su nombre y un rato ponerme a escuchar más canciones suyas, porque promete!
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Escribiré más entradas con temas suyos, pero dentro de unas semanas. Curioso cuando uno descubre a alguien, porque después parece que «está en todas partes» y a uno le pareció como invisible. Ahora me encuentro entrevista a Mitski en NPR, y que esta web también ensalza su disco.
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Entonces puede que me haya cruzado con ella sin prestarle atención! Menos mal que tú eres más observador para las voces femeninas y me ayudas a no ignorarlas!
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Es verdad y lo he pensado varias veces: Por mi blog pasan muchísimas mujeres, y la verdad que no lo hago a propósito. Y en comparativa pocos grupos y más solistas masculinos. Curioso.
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Y a mí me pasa todo lo contrario. Alguien podría perder el tiempo en estudiarlo y analizarlo, pero no seré yo! Mejor sigo leyéndote y algún día logre la paridad en lo musical!
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Pingback: 174. Mitski: Thursday Girl | ongakumymusic
Qué pasada, el vídeo está muy bien pero la canción me ha gustado aún más.
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Ya te dije. Es un pedazo de canción, por eso dije que las frases musicales que crea esta chica desprenden claridad, para mí.
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Toma, otra ración de Mitski, je je… De su disco del 2016. Gracias a buscarla acabo de conocer la traducción al castellano. Qué talento tiene. Me parece una delicia, una canción preciosa…
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Qué bonita. Me ha gustado mucho esta artista, es muy personal y transmite mucho.
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