Obviamente, esta entrada es el equivalente a «Natalie Imbruglia: Belleza y buen pop (6)«. That Day es el tema que abre su segundo disco, White Lilies Island, publicado en el 2001. Realmente, conozco este tema desde hace sólo unas semanas, y la verdad que me encanta. Me parece sin género de dudas uno de los mejores de toda su carrera. Compuesto por ella misma en colaboración con Patrick Leonard, compositor y teclista que ha trabajado con Madonna y con una larguísima lista de artistas. Es una canción de factura y sonido muchísimo más rockero, con un gran trasfondo de guitarras eléctricas. Imbruglia está soberbia con la parte vocal, en la que canta casi recitando, fraseando muy rápido, en algo que evoca de lejos al rap. Y además está el vídeo. Un gran vídeo, cargado de simbolismo. Los golpes de la vida. Los golpes y…
…y el río mismo de la vida. Un río que se lo lleva todo por delante, que lo arrastra sin miramientos ni compasión. Nos arrastra a todos, porque en realidad no estamos fuera de esa corriente ni somos algo separado y distinto mirándolo desde fuera.
A veces pensamos en el río de la vida -o de la existencia, la realidad- en términos casi exclusivos de río humano. A veces el río de las incontables personas parece el único a tener en cuenta o el único con significado. Incluso a veces parece entrar en colisión con el gran río de la vida. La vida es todo aquello que va sucediendo mientras uno hace, forja, teje y alimenta sus planes, sueños y deseos. Y «todo aquello que pasa» a veces entra en conflicto con no pocos humanos, nos sorprende, nos coge sin estar preparados. Por supuesto, no tendría que haber -y de hecho no hay- ningún tipo de conflicto o colisión, divergencia o diferencia. El río antropocéntrico es en realidad uno -pese a cabeza y corazón- con las aguas del existir.Natalie Imbruglia, hacia la parte final del vídeo, deja de caminar y se queda parada, inmóvil, en medio de un río humano que avanza inmisericorde hacia ella. Como una piedra en mitad de la corriente, pero no hay fluir armonioso ni caricia líquida en torno a la roca: Hay constante colisión. Todo ello mientras oímos un bello pasaje de piano y la imagen es ralentizada hasta la cámara lenta, lo cual le confiere un evidente poder reflexivo -tanto a la música como a lo que nos dice la letra-. Esas personas que avanzan indiferentes hacia ella chocan contra la cantante una y otra vez. Si te quedas quieto, parece que el río de la vida -mejor dicho, el humano- te arrolla sin compasión. Te llevará por delante como un peso muerto, como un estorbo, quizá como una reliquia del pasado que se niega a ir hacia adelante con el resto de sus semejantes.
Pero a veces es necesario, imprescindible, importantísimo quedarse quieto y observar, reflexionar. Ver dónde estamos, cómo hemos llegado hasta ahí y hacia dónde vamos. Una mente despierta observa y son los demás los que parecen rocas en rumbo de colisión directos hacia ti. A veces hay que enfrentarse a la fuerza de la corriente, a veces incluso hay que nadar contra ella.Da la sensación de que la fuerza de la vida y de la realidad son tales, que no esperan a nadie. Siguen hacia adelante y te arrastran tanto si te mueves fluidamente -en mayor o menor medida- con ellos como si te quedas inmóvil. Pero lo asombroso y lo hermoso a la vez es que incluso los que optan por detenerse, como un peso muerto o esa roca en mitad del agua, también forman parte -siempre lo han hecho- de ese fluir.
Evidentemente todo esto me hace pensar en la grandísima novela Siddhartha de Hermann Hesse: El hombre que busca despertar, que busca el sentido de la vida, y en una de sus múltiples fases y con uno de sus múltiples maestros, ve en el fluir del río el reflejo mismo de la vida y el devenir de las cosas. El filósofo, el pensador, el que busca la iluminación o la sabiduría también es parte de la corriente, en un rol más de los innumerables que puede adoptar el ser humano. Y el que no hace nada -para únicamente observar, o meditar- en realidad hace mucho, quizá está haciendo lo más trascendental que uno pueda hacer.
Respecto al detenerse como si fueras un peso muerto en mitad de la corriente, todavía se me ocurre otra analogía: Cúantas veces hemos «hecho el muerto» quedándonos quietos y simplemente flotando en el mar. Es bastante sintomático y curioso la inmensa sensación de paz que se experimenta al dejarse llevar, al no oponer resistencia.
Y así ella permanece ahí quieta, mientras una corriente humana imparable la golpea una y otra vez, indiferentes, impasibles, como si ella fuera invisible y susceptible de ser arrastrada sin siquiera un «apártate». Al final un gesto suyo de rabia, de sentirse realmente molesta, un «basta ya» parece hacerla reaccionar ante esos golpes y evitar más.
El tema con subtítulos en castellano…
Ésas son todas las reminiscencias y reflexiones que me provoca esa parte del vídeo, la que justamente más me gusta: Cuando ella se detiene y con el piano de fondo el río humano la golpea sin miramientos. Pero hay más que eso. Para mí ella muestra una gran presencia y fuerza escénica -será porque me gusta tanto-, pero también la letra del tema tiene una fuerte carga de reflexión e incluso trascendencia, al verse a sí misma de alguna manera desde fuera. Por ejemplo en…
I walked into that cloud again Caminé dentro de esa nube otra vez
And I lost myself Y me perdí a mí misma
And I’m sad, sad, sad Y estoy triste, triste, triste
Small, alone, scared Pequeña, sola, asustada
Craving purity Anhelando pureza
O en estos versos…
What a marvelous mess Qué maravilloso desastre
This is all that I can do Esto es todo lo que puedo hacer
I’m done to be me Estoy cansada de ser yo misma
O en…
That day, That day Ese día, ese día
I lay down beside myself Me acosté al lado de mí misma
In this feeling of pain, sadness En ese sentimiento de dolor, tristeza
Una letra que sin duda habla de y refleja cuestionamiento, introspección, reflexión, búsqueda, trascendencia, discernimiento, crisis, intensidad, torbellino, fuego interior («What a marvelous mess«), preguntas, flashes, una especie de catarsis. ¿Una experiencia espiritual, podríamos preguntar? ¿Un momento en que se capta la unidad subyacente a todo y todos? Sólo añadiré que no me parece casualidad que el subtítulo de este tema sea «Moment of Clarity». Ahí van algunos fragmentos de la letra…
That day, That day
What a mess what a marvel
I walked into that cloud again
And I lost myself
And I’m sad, sad, sad
Small, alone, scared
Craving purity
A fragile mind and a gentle spirit
(…)
That day, That day
I lay down beside myself
In this feeling of pain, sadness
Scared, small, climbing, crawling
Towards the light
And it’s all that I see and
I’m tired and I’m right
And I’m wrong
And it’s beautiful
That day, That day
What a mess, what a marvel
We’re all the same
But no one thinks so
And it’s okay
And I’m small and I’m divine
And it’s beautiful
And it’s coming
And it’s already here
And it’s absolutely perfect
(…)
That day, That day
When everything was a mess
And everything was in place
El tema en directo. Concierto en Madrid en el año 2001. That Day, una buena canción…
Ya hacía mucho que no traías por aquí a tu bella amiga Natalia.
Me ha gustado tu reflexión filosófica sobre el río de la vida o lo que sea esto en lo que estamos y que nos lleva, queramos o no, nos movamos o nos quedemos quietos.
Hoy me identifico un poco con la letra de la canción, tengo el día melancólico.
Me gustaMe gusta
Muchas gracias, y me alegro que te haya gustado. Sí, de hecho mi coco nunca para, sobre todo en cuestiones «trascendentales» de este tipo, estoy más que seguro de que ya te habrás dado cuenta. De hecho Siddhartha -que me parece absolutamente maravilloso, ¿lo has leído?- es uno de mis libros de referencia, por supuesto porque es una historia novelada sobre alguien muy semejante al Buda. Buah, ya me estoy enrollando, jajaja.
Sí, dejé pasar unas cuantas entradas antes de volver con Natalie, también quería hablar de otros artistas. Queda una entrada final y daremos por finiquitada a la guapa.
Yo también necesito hoy un poco de cariño digital. No se lo digas a nadie.
Me gustaMe gusta
Sí, lo leí hace mucho, de adolescente, ya no me acuerdo muy bien, (ni muy mal) pero me gustó , igual que Demian.
No se lo digo a nadie, no te preocupes 🙂
Me gustaMe gusta
Ahora no estoy seguro de si he leído Demian, pero diría que sí. ¿Me gustó, no me gustó? No sé. Jajaja, mi bagaje cultural es brutal, si no lo recuerdo mucho es que no me emocionó en exceso. Sí recuerdo El Lobo Estepario. Me gustó, es un poco extraño e inquietante, desde luego nada que ver con Siddhartha. Exceptuando quizá la soledad del individuo. Y la búsqueda. Y el sufrimiento. Y la incomprensión. Como se ve, nada que ver.
Me gustaMe gusta
Viendo que tú fascinación por ella no disminuye, espero que sepas que toca en Barcelona el 28 de febrero, acabo de leerlo y me he acordado de tí. Un saludo!
Me gustaMe gusta
Ah, vaya, el día 25…pues no sabía nada de nada. Lo que son las cosas. Pues muchísimas gracias, aunque en principio no creo que vaya, pero nunca se sabe…
Me gustaMe gusta
El 25, me confundí de día.
http://www.salarazzmatazz.com/es/conciertos/1702/natalie-imbruglia.html
Me gustaMe gusta
Es para presentar su álbum Male, donde versiona a artistas masculinos varios: Cat Stevens, tu amado Damien Rice, Tom Petty, Pete Townsend, Iron & Wine (estos tíos son buenísimos), etc. Le eché un ojo a algunos temas en youtube hace semanas. Hay una versión del inefable Instant Crush de los Daft Punk, pero no me convence, entre otras cosas porque el original es insuperable. También una versión del famoso Friday I’m in Love de The Cure, ni más ni menos que en clave…bluegrass. Saludos Julia y gracias, aún pendiente de leerme esa entrevista a Nahko..
Me gustaMe gusta